Esperar en largas filas, lidiar con comentarios snide de compañeros de trabajo, conducir a través de un tráfico sin fin – todo puede llegar a ser un poco mucho. Si bien sentirse enojado por estas molestias diarias es una respuesta normal al estrés, pasar todo el tiempo molesto puede volverse destructivo.
No es ningún secreto que dejar que la ira hierva a fuego lento o tener arrebatos de ira lastima tus relaciones personales y profesionales. Pero también afecta tu bienestar. Siempre embotellado nuestra frustración puede conducir a reacciones físicas y emocionales, incluyendo presión arterial alta y ansiedad.
La buena noticia es que puedes aprender a manejar y canalizar tu ira constructivamente.
Respira hondo
En el calor del momento, es fácil pasar por alto su respiración. Pero ese tipo de respiración superficial que haces cuando estás enojado te mantiene en modo de lucha o huida.
Para combatir esto, intenta tomar respiraciones lentas y controladas que inhalas de tu vientre en lugar de tu pecho. Esto permite que su cuerpo se calme al instante.
También puede mantener este ejercicio de respiración en su bolsillo trasero:
• Encuentra una silla o un lugar donde puedas sentarte cómodamente, permitiendo que el cuello y los hombros se relajen completamente.
• Respire profundamente a través de la nariz y preste atención a que la barriga se levante.
• Exhalar a través de la boca.
• Intente hacer este ejercicio 3 veces al día durante 5 a 10 minutos o según sea necesario.
Recita un mantra reconfortante
Repetir una frase tranquilizante puede hacer que sea más fácil expresar emociones difíciles, incluyendo ira y frustración.
Intenta repetir lentamente, "Tómalo con calma", o "Todo va a estar bien", la próxima vez que te sientas abrumado por una situación. Puedes hacerlo en voz alta si quieres, pero también puedes decirlo bajo la respiración o en tu cabeza.
Mueve conscientemente tu cuerpo
A veces, sentarse quieto puede hacerte sentir aún más ansioso o al límite. Mover conscientemente el cuerpo con yoga y otros ejercicios calmantes puede liberar tensión en los músculos.
La próxima vez que te enfrentes a una situación estresante, intenta dar un paseo o incluso hacer un poco de baile ligero para mantener tu mente alejada del estrés.
Compruebe su perspectiva
Momentos de alto estrés pueden deformar tu percepción de la realidad, haciéndote sentir como si el mundo estuviera fuera para atraparte. La próxima vez que sientas que la ira burbujea, trata de comprobar tu perspectiva.
Todo el mundo tiene días malos de vez en cuando, y mañana será un nuevo comienzo.
Desactivar la ira con humor
Encontrar el humor en un momento acalorado puede ayudarte a mantener una perspectiva equilibrada. Esto no significa que simplemente debas reírte de tus problemas, pero mirarlos de una manera más desenfadada puede ayudar.
La próxima vez que sientas tu rabia burbujeando, ¿imaginas cómo este escenario podría parecer un extraño? ¿Cómo podría ser gracioso para ellos?
Al no tomarte demasiado en serio, tendrás más oportunidades de ver lo poco importantes que son las molestias menores en el gran esquema de las cosas.
Cambia tu entorno
Date un respiro tomándote un tiempo personal de tu entorno inmediato.
Si su casa está abarrotada y estresada, por ejemplo, tome un paseo o un largo paseo. Es probable que encuentres que estás mejor equipado para ordenar el desorden cuando regreses.
Concéntrate en lo que aprecias
Si bien pensar en las desgracias de tu día puede parecer lo natural, no te ayudará a corto o largo plazo.
En su lugar, trate de reenfocarse en las cosas que salieron bien. Si no puedes encontrar el forro de plata en el día, también puedes intentar pensar en cómo las cosas podrían haber ido aún peor.
