Abraham Lincoln

Abraham Lincoln (1809-1865) es considerado el mejor presidente de la historia de Estados Unidos por la forma en la que dirigió la nación durante la guerra de Secesión (1861-1865), que conservó la Unión y puso fin a la esclavitud. Nacido en Kentucky, fue elegido en 1860. Fue trágicamente asesinado en un teatro por un simpatizante enloquecido del sur en 1865, sólo unos días después de que el ejército confederado bajo el mando del general Robert E. Lee firmase su rendición en el Palacio de Justicia de Appomattox. Bajo su mando Estados Unidos ganó la guerra, pero no vivió lo suficiente como para ver el país en paz.

Era un hombre huesudo y poco atractivo, con tendencia a la melancolía. Investigadores modernos han sugerido que quizá sufriera depresiones. Antes de convertirse en presidente, su experiencia política se limitaba a unos pocos cargos locales, un mandato en el Congreso de 1847 a 1849 y una candidatura fallida para el Senado en 1855.

Pero pese a esos comienzos tan poco prometedores Lincoln acabó convirtiéndose en el hombre más decidido y sin lugar a dudas el más elocuente de los que han ocupado la presidencia estadounidense. Lincoln creía que había que conservar Ia Unión a cualquier precio, y pensaba que los Estados Unidos eran necesarios para que los ideales republicanos que representaban no «desaparecieran de la Tierra».

Mucho antes de la entrada en escena de los redactores de discursos presidenciales, Lincoln creaba textos emotivos que ayudaban a los norteamericanos a soportar las durezas de la guerra En 1864 fue reelegido para ocupar la Casa Blanca frente a un candidato que había prometido poner fin a la guerra, una victoria que reflejaba su capacidad para mantener unidos a los norteamericanos en torno a la causa de la Unión a pesar de las terribles pérdidas que estaban sufriendo.

No tenía mucha experiencia militar práctica, pero no vacilaba a la hora de dirigir a sus generales. El general Ulysses S. Grant fue el único al que Lincoln veía como un líder de confianza para dirigir a la Unión a pesar de los rumores de que era alcohólico. «Díganme la marca de whisky que bebe Grant», dijo al parecer en una ocasión, «y les mandaré un barril al resto de mis generales».

Antes de su muerte había pensado dejar que los estados del sur volvieran a formar parte de la Unión bajo unas condiciones muy generosas, sin castigar a los líderes de la rebelión. Su asesinato puso al presidente Andrew Johnson al mando. Lincoln «habría demostrado ser el mejor amigo con el que pudiera soñar el sur», dejó escrito Grant, que añadió: «Conocí la bondad de su corazón, su generosidad, lo flexible de su disposición, su deseo de que todo el mundo fuese feliz y sobre todo su voluntad de ver cómo todo el pueblo estadounidense volvía a compartir todos los privilegios de la ciudadanía en igualdad para todos».

OTROS DATOS DE INTERÉS

1. El asesino de Lincoln fue John Wilkes Booth, un conocido actor Shakespeariano y familiar lejano del ex primer ministro británico Tony Blair. Tras dispararle, Booth huyó a Maryland, donde fue acorralado por soldados de la Unión que lo mataron cuando se negó a rendirse.

Post Author: Entorno Estudiantil

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