ANTROPOLOGÍA DEL DESARROLLO

La antropología del desarrollo es la rama de la antropología aplicada que centra su atención en el estudio de los conflictos sociales y la dimensión cultural del desarrollo económico. Los antropólogos del desarrollo no sólo llevan a cabo políticas planificadas por otros; también planifican y guían la política. (Para discusiones más detalladas sobre los temas de la antropología del desarrollo, vea Edelman y Haugerud, 2004; Escobar, 1995; Ferguson, 1995; Nolan, 2002; y Robertson, 1995.)

Sin embargo, los dilemas éticos con frecuencia confrontan a los antropólogos del desarrollo (Escobar, 1991/1995). A menudo nuestro respeto por la diversidad cultural es ofendido, porque los esfuerzos por extender la industria y la tecnología pueden acarrear profundos cambios culturales, de ahí las amenazas a la diversidad cultural.

Por lo general, la ayuda extranjera no arriba a los lugares donde las necesidades y el sufrimiento son mayores, debido a que se emplean de acuerdo con las prioridades políticas, económicas y estratégicas de donadores internacionales, líderes políticos y grupos de interés poderosos.

La atención de los planificadores no siempre coincide con los mejores intereses de los habitantes locales. Aunque la meta de la mayoría de los proyectos de desarrollo es mejorar la calidad de vida, los estándares de vida con frecuencia declinan en el área beneficiada (Bodley, ed., 1988).

Equidad

En la actualidad, las políticas de desarrollo persiguen la meta de promover la equidad. Equidad creciente significa reducir la pobreza y distribuir la riqueza de manera más igualitaria. Sin embargo, si los proyectos se plantean para aumentar la equidad, deben contar con el apoyo de gobiernos reformistas.

Los ricos y poderosos por lo general se resisten a los proyectos que amenazan sus intereses establecidos. Es más probable que algunos proyectos de desarrollo, particularmente esquemas de irrigación, incrementen las disparidades en la riqueza; es decir, que impacten de manera negativa la equidad.

 Una distribución de recursos inicialmente inequitativa (en particular de la tierra) con frecuencia se convierte en la base de mayor sesgo después del proyecto. El impacto social de la nueva tecnología tiende a ser más severo y contribuye negativamente a la calidad de vida y a la equidad, cuando las entradas se canalizan a través del rico.

Muchos proyectos pesqueros también han tenido resultados de equidad negativos (vea Durrenberger y King, 2000). En Bahía, Brasil (Kottak, 2006), los propietarios de los botes consiguieron préstamos para comprar motores. Para pagar los préstamos, los propietarios aumentaron el porcentaje de la pesca que reclamaron de su tripulación.

Con los años, usaron sus crecientes beneficios para comprar botes cada vez más grandes y costosos. El resultado fue la estratificación: la creación de un grupo de gente adinerada dentro de una comunidad anteriormente igualitaria. Estos eventos entorpecieron la iniciativa individual e interfirieron en el desarrollo de la industria pesquera.

Con nuevos botes y tan costosos, los jóvenes ambiciosos, que alguna vez hubieran buscado carreras en la pesca, ahora ya no tienen forma de obtener sus propios botes. En vez de ello, buscan trabajo asalariado en tierra.

Para evitar tales resultados, las agencias que garantizan crédito deben buscar jóvenes pescadores emprendedores en lugar de otorgar préstamos sólo a los propietarios y a los negociantes establecidos.

Post Author: Entorno Estudiantil

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