Aspectos de la personalidad

Rotter encontró que las personas que creen que el reforzamiento que reciben está bajo su control tienen una personalidad con un locus de control interno y las que creen que no lo controlan tienen una personalidad con locus de control externo.

Las primeras se sienten más libres para tomar decisiones, gozan de mejor salud física y mental, les molesta menos el estrés, obtienen calificaciones más altas en la escuela y su autoestima es mayor. Las investigaciones indican que la orientación al control interno aumenta con los años y alcanza su nivel máximo en la edad madura.

 La tendencia al control externo se observa principalmente entre los miembros de clases socioeconómicas más bajas, de algunos grupos minoritarios y de ciertos grupos culturales. Los padres que tienen una orientación al control interno suelen apoyar a sus hijos y aplicarles una disciplina uniforme, estimulando así su independencia.

Según Zuckerman, la búsqueda de sensaciones es un rasgo heredado que se centra en la necesidad de sensaciones y experiencias novedosas y complejas. La Escala de la Búsqueda de Sensaciones fue diseñada para evaluar este aspecto de la personalidad. Los cuatro elementos que lo constituyen son la búsqueda de suspenso y aventura, la búsqueda de experiencias, la desinhibición y la susceptibilidad al aburrimiento.

Más adelante, Zuckerman señaló la diferencia entre la búsqueda de sensaciones positivas, que es un rasgo socializado y no impulsivo, y la de sensaciones negativas, que es un rasgo no socializado e impulsivo que se caracteriza por puntuaciones altas en psicoticismo.

Las investigaciones demuestran una búsqueda más intensa de sensaciones en los siguientes sectores de la población: las personas de raza blanca, los hombres, los miembros de culturas occidentales y los jóvenes, desde la adolescencia hasta los 20- 25 años. Estos individuos tienden más a consumir drogas, a fumar, a beber alcohol, a conducir a gran velocidad, a tener relaciones sexuales con mucha frecuencia, a apostar, a correr riesgos físicos y a viajar a lugares peligrosos.

En lo tocante a su personalidad, suelen ser egocéntricamente extrovertidos, independientes, asertivos, no conformistas y desinhibidos para expresar sus emociones. En cuanto a la actividad cognoscitiva, reconocen más rápidamente los símbolos y las fi guras, y prefieren la complejidad en la estimulación visual.

Los intereses vocacionales de los varones que obtienen puntuaciones elevadas en la búsqueda de sensaciones se orientan a la ciencia y a las profesiones de ayuda. Los varones que obtienen puntuaciones bajas se orientan más a los trabajos de ofi cina y a las empresas. Las personas que tienen una calificación alta en esta variable muestran actitudes religiosas y políticas más liberales, toleran mejor la ambigüedad, tienen actitudes sexuales más permisivas y son poco autoritarias.

Presentan reacciones fisiológicas más fuertes frente a estímulos novedosos. En general, la búsqueda de sensaciones se hereda, aun cuando puede estar sujeta a la influencia de factores ambientales, como el orden de nacimiento y la fuerza con la que los padres busquen sensaciones.

La indefensión aprendida, investigada por Seligman, surge de la percepción de que uno no controla el entorno. Un estilo explicativo optimista puede evitar la aparición de la indefensión aprendida y un estilo pesimista la generaliza a todos los aspectos de la vida; además, puede provocar enfermedad física y depresión. Los pesimistas explican las experiencias negativas de forma personal, permanente y global.

Por lo tanto, la indefensión deja de ser breve y localizada, y se generaliza y prolonga mucho tiempo. El modelo de la atribución de la indefensión aprendida consiste en atribuir el fracaso a alguna causa. Los pesimistas lo adjudican a causas internas, estables y globales. Los optimistas, a causas externas, inestables y específicas.

Estos viven más tiempo, disfrutan de mejor salud y sufren menos estrés y depresión que los pesimistas. El Cuestionario del Estilo Atributivo mide estas dimensiones causales. La indefensión aprendida se puede presentar a cualquier edad, pero los bebés y los niños pequeños son los más vulnerables.

Los bebés aprenden que existe una correspondencia entre sus respuestas y los resultados cuando logran con ellas algún cambio en el entorno, y aprenden la indefensión cuando sus respuestas no surten el efecto deseado.

Las causas principales de la indefensión aprendida son la ausencia de una madre y un ambiente que no ofrezca estimulación y retroalimentación.

La psicología positiva pone de relieve las características de las personas felices; es decir, de las que obtienen una puntuación alta en bienestar subjetivo o en satisfacción con la vida. Un bienestar subjetivo elevado se relaciona con los siguientes aspectos: apoyo social, relaciones asertivas con la gente, actitud positiva, actividad física, no pertenecer a un grupo minoritario víctima de la discriminación y vivir en una sociedad individualista con altos ingresos.

Una personalidad feliz incluye poco neuroticismo, mucha extroversión, autonomía, autoestima, autoeficacia, locus de control interno, sentimiento de que se controla la propia vida. Estos individuos suelen ser exitosos en su carrera.

Seligman propuso tres componentes o tipos de felicidad: la vida placentera, que se caracteriza por muchas emociones positivas; la vida participativa, que consiste en ensimismarse y comprometerse con el trabajo, y la vida significativa, que consiste en poner el talento y la capacidad personal al servicio de una causa o propósito que transciendan al yo.

Post Author: Entorno Estudiantil

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *