El estrés es una parte inevitable de la vida. Sin embargo, demasiado de ella puede tener un efecto negativo en nuestro bienestar emocional y psicológico. El estrés puede dañarnos de maneras inesperadas y afectarnos más de lo que esperamos. Veamos algunas de las consecuencias comunes del estrés.
Usted estará más enojado (y más propenso a mostrarlo)
El estrés tiende a hacernos más irritables y enojados en general. Es más probable que nos demos cuenta y nos molesten las cosas pequeñas, como el tráfico, una línea de movimiento lento o un pequeño error.
El estrés puede hacernos sentir llenos de frustración y también aumentar las posibilidades de que explote por todas partes. Las personas estresadas son más propensas a arrebatos de enojo que pueden dañar su reputación, relaciones y objetivos.
Su sueño se verá afectado
Un sueño saludable es uno de los elementos más esenciales de nuestro bienestar. Cuando dormimos menos o tenemos una menor calidad del sueño, afectará prácticamente todos los aspectos de nuestra salud. El estrés puede interrumpir nuestro sueño, lo que conduce a más estrés, lo que puede crear un círculo vicioso.
No estarás presente en el momento
El estrés distrae. Es probable que te mantenga pensando en su causa una y otra vez. En general, el estrés puede hacer que sea más difícil para usted estar presente y disfrutar de lo que está haciendo ahora.
Te empujarás a ti mismo
Cuando estás estresado, es posible que sientas que tienes que esforzarte más. Sin embargo, también es probable que sea menos eficiente y más propenso a malas decisiones. Esto puede hacerte sentir que has fallado y criticarte duramente, lo que, a su vez, es malo para tu salud emocional.
Podrías sentirte ansioso
El estrés contribuye a la ansiedad, que puede ser bastante desagradable de experimentar. Puede ser difícil salir de un estado ansioso y es posible que te encuentres pensando en cosas negativas una y otra vez.
Entonces, ahora que ves el impacto que el estrés puede tener en ti, ¿qué debes hacer para controlarlo?
Hay varias estrategias para probar.
Identificar la causa y tratar con ella
El primer paso es considerar la causa del estrés. Es importante ser consciente y mantener una perspectiva abierta. Necesitamos ver cuál es la mayor causa de estrés en nuestras vidas, y después de una buena mirada, la respuesta podría sorprendernos.
Por ejemplo, muchas personas están más estresadas por el viaje diario que por el trabajo en sí. Una vez que tenga la causa abajo, considere lo que puede hacer para minimizarlo. Recuerda que el estrés excesivo te está lastimando todos los días, así que el esfuerzo definitivamente valdrá la pena.
Fijar una fecha límite
La segunda cosa a hacer es darse un plazo o planificar un cronograma para tratar el problema. Esto puede hacer que actuemos más rápido sin postergar. A veces, también es útil establecer ante nosotros una opción , o nos ocupamos de la situación o nos alejamos de ella. Saber que el estrés no durará para siempre puede ser muy liberador.
Compartir y pedir ayuda
Hablar con los demás y pedir apoyo puede marcar una gran diferencia. A veces, eso es todo lo que tenemos que hacer para lidiar con lo que nos está causando estrés. Más allá de la ayuda que otros pueden darnos, la comunicación también puede tener un efecto relajante y relajante por sí sola.
Tómate un descanso
Relajarse y alejarse de una situación es importante. Tómate descansos y programarlos por ti mismo. Si estás muy estresado, trata de tomarte un descanso más largo. Relajarse puede sentirse raro cuando hay cosas con las que lidiar, pero también es lo que nos ayudará a recargarnos y volver listos para lidiar con ello.
Busca actividades que te hagan sentir relajado
Es útil tener una estrategia de afrontamiento que puedes usar cuando te sientes estresado. Busca actividades que te ayuden a relajarte, como meditación, ejercicio, escritura y otros. Es importante que estas actividades sean saludables, así que aléjate de cosas como beber o comer en exceso, lo que podría aliviar el estrés a corto plazo, pero terminar siendo más dañino.