invertir dinero

Cómo invertir dinero

Ya sea que puedas invertir unos $20 o $200.000, el objetivo será el mismo: hacer crecer tu dinero. Sin embargo, los medios para hacerlo pueden variar radicalmente dependiendo de la cantidad de dinero disponible y de tu estilo de inversión. ¡Si inviertes de forma eficaz, hasta podrías llegar a vivir de tus ganancias!

1. Establece un fondo de emergencia.

Si aún no tienes uno, te recomendamos centrarte en reservar dinero para tus gastos básicos de 3 a 6 meses, solo por si acaso (es decir, un fondo de emergencia). No debes invertir este dinero, por el contrario, debes tenerlo al alcance y libre de las fluctuaciones del mercado. Puedes dividir tu dinero extra de cada mes, destinando una parte a tu fondo de emergencia y otra a tu fondo de inversión.

Hagas lo que hagas, no destines todo tu dinero extra a las inversiones a menos que cuentes con una garantía financiera estable, ya que cualquier cosa podría salir mal (podrías perder tu empleo, sufrir una lesión, una enfermedad) y el no estar preparado para esa posibilidad sería irresponsable de tu parte.


2. Termina de pagar las deudas que tengan un interés elevado.

Si tienes un préstamo o una deuda por la tarjeta de crédito con una tasa de interés elevada (por encima del 10%), no tiene sentido invertir tu dinero ganado con esfuerzo. Sea cual sea la ganancia de tu inversión (generalmente menos del 10%), no hará una gran diferencia debido a que gastarás una mayor cantidad de dinero pagando los intereses de tu deuda.

Por ejemplo, supongamos que has ahorrado $4.000 para una inversión, pero también tienes la misma cantidad en deudas de tu tarjeta de crédito a una tasa de interés de 14%. Podrías invertir los $4.000 y si obtienes un 12% del RSI (retorno sobre la inversión) (y siendo muy optimistas), en 1 año habrás ganado $480 en intereses. Pero la empresa de la tarjeta de crédito te habrá cobrado $560 en intereses. Tendrás un vacío de $80 y todavía tendrás que pagar el capital de $4.000. ¿Para qué tomarte la molestia de invertir ahora?

Primero termina de pagar esa deuda para que en verdad puedas obtener una ganancia de tu inversión. De lo contrario, los únicos que ganarán serán los inversionistas que te hicieron un préstamo a una tasa de interés elevada.

3. Anota los objetivos para tu inversión.

Mientras amortizas todas las deudas que tengas y creas tu fondo de emergencia, deberás pensar en la razón por la cual inviertes. ¿Cuánto dinero quieres ganar y en qué período de tiempo? Tus metas afectarán lo agresiva o conservadora de tu inversión. Si quieres volver a estudiar dentro de 3 años, deberás invertir de manera segura tu dinero. Si estás en tus 30 y quieres ahorrar para tu jubilación, podrías permitirte arriesgarte un poco más. En resumen, diferentes inversionistas tienen diferentes metas y estas afectan sus estrategias de inversión. Tu objetivo será:

  • ¿Retener tu dinero para que se mantenga por encima de la inflación?
  • ¿Tener dinero para un pago inicial en 10 años?
  • ¿Tener ahorros para tu jubilación dentro de muchos años?
  • ¿Crear un fondo universitario para un hijo o nieto?


4. Determina si quieres contar con la ayuda de un planificador financiero.

Un planificador financiero es como un entrenador que conoce el manual de estrategias, tiene conocimientos sobre qué jugadas realizar en determinadas situaciones y qué resultados esperar. Si bien no necesitas uno para realizar tu inversión, te darás cuenta rápidamente de que contar con alguien que conozca las tendencias del mercado, que estudie las estrategias de inversión y que diversifique tu cartera te sería de mucha utilidad.

Tu planificador financiero podría cobrarte una tarifa plana o un sueldo dentro de un rango del 1% al 3% de tu dinero total bajo gestión.[1] Así que si comienzas con $10.000, tendrías que pagarle unos $300 al año. Ten en cuenta que muchos de los mejores planificadores financieros solo asesoran a clientes con carteras de más de $ 100.000, $ 500.000 o $ 1.000.000.

¿Te parece mucho dinero por una asesoría? Podría serlo a primera vista, pero cambiarás de idea cuando te des cuenta de que los buenos planificadores financieros te ayudarán realmente a ganar dinero. Si uno te cobra el 2% de tu cartera de $100.000, pero te ayuda a ganar un 8%, tendrías una ganancia aproximada de $6.000. Es un muy buen negocio.

5. Ten en cuenta que entre mayor sea la inversión, más alta será la potencial recompensa. 

Eso se debe a que los inversionistas demandan recompensas más elevadas por tomar mayores riesgos, similar a lo que hace un corredor de apuestas. Por el contrario, las inversiones de muy bajo riesgo como los bonos o certificados de depósito generalmente dan una ganancia muy baja. Normalmente, las inversiones que ofrecen la mayor ganancia son mucho más riesgosas, tales como las acciones de poco valor y materias primas. En resumen, las apuestas muy riesgosas, acarrean consigo una probabilidad alta de fracaso y una baja de lograr ganancias extraordinarias, mientras que las más conservadoras tienen una probabilidad baja de fracaso y una alta de obtener ganancias mínimas.

6. Diversifica, diversifica, diversifica.

Si no administras adecuadamente tu inversión, corres el riesgo de que se reduzca o incluso de que se agote. El objetivo es mantenerla activa por el tiempo suficiente para que genere muchas oportunidades de crecimiento y se multiplique. Una cartera bien diversificada limita tu exposición a los riesgos de modo que tus inversiones tengan el tiempo necesario para crear ganancias reales. Los profesionales diversifican tanto los tipos de inversiones que poseen (acciones, bonos, fondos indexados) como los sectores en los que invierten.

Piensa en diversificar de esta manera. Si solo posees una acción, todo tu destino estará en manos de lo bien que funcione. Si todo va bien, entonces no habrá problema, pero si no, saldrás perdiendo. Si tienes 100 acciones, 10 bonos y comercias 35 materias primas, estarás mejor preparado para el éxito. Si 10 acciones fracasan o si todas tus materias primas pierden su valor repentinamente, aún podrás soportar la pérdida.

7. Siempre compra, vende e invierte por una razón definible. 

Antes de que decidas invertir un centavo, determina la(s) razón(es) por la cual elijas una determinada inversión. No basta con ver una acción que ha recibido ganancias constantemente los últimos tres meses para querer invertir en ella. Eso sería apostar, no invertir, ya que estarías confiando en la suerte en lugar de seguir una estrategia. Los inversionistas más exitosos siempre tienen una teoría que explica la razón por la que sus inversiones tienen el potencial de tener éxito, aun cuando el futuro sea incierto.

Por ejemplo, pregúntate la razón por la que tienes pensado invertir en un fondo indexado como el de Dow Jones. ¿Por qué? Porque apostar al Dow es prácticamente como apostar a la economía estadounidense. ¿Por qué? Porque el Dow es un conjunto de las 30 acciones líderes en EE.UU. ¿Por qué es tan bueno? Porque la economía estadounidense está recuperándose de la recesión y los principales indicadores económicos se ven prometedores.

8. Invierte (sobre todo en acciones) a largo plazo.

Mucha gente ve el mercado de valores y vislumbra la oportunidad de hacer dinero rápido. Si bien es posible hacer una fortuna en acciones a corto plazo, no es muy probable. Por cada persona que hace mucho dinero invirtiendo en un plazo muy corto, otras 99 pierden mucho dinero en ese mismo tiempo. Te lo reiteramos, si inviertes dinero en un corto período de tiempo con la esperanza de obtener una ganancia fantástica, estarás únicamente especulando, no invirtiendo. Solo es cuestión de tiempo para que los especuladores tomen una mala decisión y terminen perdiéndolo todo.

¿Por qué la intradía en el mercado de valores no es una estrategia exitosa? Por dos motivos, por lo impredecible del mercado y por las tasas.

Básicamente, el mercado es impredecible a corto plazo. Regular el rumbo que toma una acción cada día es casi imposible. Incluso las grandes empresas con excelentes perspectivas pueden tener días malos. La ventaja más grande que el inversionista a largo plazo tiene por sobre el de corto plazo es la previsibilidad del mercado. Históricamente, las acciones han dado una ganancia de alrededor del 10% a largo plazo.[2] No puedes estar tan seguro de que ganarás un 10% de tu inversión en un determinado día. Así que, ¿por qué arriesgarse?

Cada orden de compra o venta también vendrá con tasas e impuestos. En términos simples, los inversionistas que compran y venden a diario generan muchas más tasas que los que solo dejan que su dinero crezca. Esas tasas e impuestos se van sumando, llevándose cualquier ganancia que puedas obtener.

9. Invierte en empresas y sectores que conozcas.

Invierte en aquello que conozcas, ya que estarás en mejores condiciones de saber cuándo lo haces bien y cuándo no. Un corolario de esto es algo que el famoso inversionista estadounidense Warren Buffet dijo cierta vez: "Compra acciones en negocios que sean tan buenos que hasta un tonto pueda dirigirlos, porque tarde o temprano, uno lo hará".[3] Algunas de las acciones que generan mejores ganancias incluyen empresas como Coca-Cola y McDonald’s.

10. Arbitraje.

El arbitraje es una estrategia de bajo riesgo y con una tasa de retorno alta que utilizan muchos profesionales, entre ellos Warren Buffett. Puedes comprar un activo a un precio bajo y venderlo simultáneamente a un precio elevado, haciendo que la diferencia sea tu ganancia.

11. Cobertura.

La cobertura es el equivalente de un plan de contingencia para la inversión. Está destinada a compensar las pérdidas al invertir en un escenario que no quieres que se produzca. Podría sonar contradictorio apostar al mismo tiempo por y en contra de algo, pero si lo piensas bien, hacerlo reducirá considerablemente el riesgo de pérdida, algo que es muy positivo. Dos grandes opciones de cobertura que el inversionista puede elegir son los futuros y la venta corta.

12. Compra a bajo precio.

Sea cual sea tu objeto de inversión, cómpralo cuando esté "en venta", es decir, cuando nadie más lo quiera. Por ejemplo, en caso del sector inmobiliario, deberás comprar una propiedad cuando se produzca un mercado de compradores, es decir, cuando el número de casas en venta sea alto en relación al número de compradores potenciales. Cuando las personas se desesperan por vender, tendrás una mayor oportunidad para negociar, sobre todo si sabes que la inversión dará buenos frutos y los demás no.

Una alternativa para comprar a bajo precio (ya que nunca se sabe cuándo será lo suficientemente bajo) es comprar a un precio razonable y vender a uno mayor. Si alguna acción es "barata" como un 80% o más por debajo del precio máximo en las últimas 52 semanas, siempre será por alguna razón. Las acciones no bajan de precio como las casas. Normalmente bajan debido a un problema con la empresa, mientras que las casas lo hacen no por un problema en ellas, sino por la falta de demanda general.

Sin embargo, cuando todo el mercado se encuentra a la baja, es posible encontrar algunas acciones que hayan caído simplemente a causa de una "liquidación" general. Para hallar estas buenas ofertas, será necesario realizar valoraciones exhaustivas. Intenta comprar a un precio de descuento cuando la valoración de la empresa señale que el precio de sus acciones debe costar más.

13. Soporta las malas épocas.

Con más vehículos de inversión volátiles, quizá quieras retirar tu inversión. Puedes asustarte fácilmente al ver que el valor de tu inversión cae en picada. Sin embargo, si llevaste a cabo una investigación, probablemente sabías en lo que te estabas metiendo y decidiste con anticipación la manera en la que ibas a afrontar las fluctuaciones del mercado. Cuando el precio de tus acciones caiga en picada, actualiza tu investigación para descubrir lo que ocurre con los fundamentales. Si confías en las acciones que posees, consérvalas o mejor aún compra más a mejor precio. Por el contrario, si ya no estás seguro de ellas y los fundamentales han cambiado permanentemente, será hora de vender. Sin embargo, ten en cuenta que cuando vendas tus inversiones debido al miedo, todo el mundo hará lo mismo. Tu salida será la oportunidad de alguien más para comprar a bajo precio.

14. Vende a precio alto. 

Cuando el mercado se recupere, vende tus inversiones, especialmente las acciones cíclicas. Reinvierte las ganancias en otras acciones con mejores valoraciones (a precio bajo, por supuesto) y trata de hacerlo bajo una exención tributaria que te permita volver a invertir la cantidad total de tus ganancias (en lugar de pagar impuestos primero).

15. Invierte en cuentas de ahorro.

Las cuentas de ahorro, si bien no son consideradas tradicionalmente como vehículos de inversión, ofrecen un saldo mínimo bajo o nulo. Además son líquidas, es decir, podrás retirar y usar el dinero libremente, pero tienen algunas limitaciones en la frecuencia con la que se puede acceder a la cuenta. Ofrecen una tasa de interés baja (generalmente mucho más baja que la inflación) y son predecibles. No perderás dinero en este tipo de cuentas, pero tampoco ganarás mucho.

16. Prueba las cuentas de mercado monetario (MMA, Money Market Account).

Las MMA tienen requisitos de saldo mínimo más elevados, pero pueden hacerte ganar aproximadamente el doble de la tasa de interés que las cuentas de ahorro tradicionales. Las MMA son líquidas, pero también tienen limitaciones con respecto a la frecuencia con la que se puede acceder a la cuenta. Las tasas de interés de muchas MMA se deducen según las tasas actuales de interés del mercado.

17. Comienza a ahorrar con certificados de depósito (CD).

Los inversionistas guardan dinero en un CD por una cantidad de años (generalmente por 1, 5, 10 o 25 años), tiempo durante el cual no pueden acceder a los fondos. Entre más prolongado sea el CD, mayor será la tasa de interés. Las entidades que ofrecen certificados de depósito son los bancos, las agencias de corredores y los vendedores independientes. Además son de bajo riesgo, aunque ofrecen una liquidez muy limitada. Estos certificados son más útiles como una cobertura contra la inflación, especialmente si tu dinero está estancado.

Invierte en bonos. Un bono es básicamente una deuda asumida por el gobierno o por una empresa para luego ser pagada con intereses. Los bonos son considerados títulos de "renta fija", porque genera el mismo ingreso independientemente de las condiciones de mercado. Deberás conocer el capital (cantidad prestada), la tasa de cupón (tasa de interés) y el plazo de vencimiento (fecha cuando debe pagarse el capital y el interés) de cualquier bono que compres o vendas. Actualmente, el bono más seguro de adquirir son los pagarés del Tesoro de los EE.UU.

Los bonos funcionan de la siguiente manera: la empresa ABC emite un bono a 5 años valorizado en $10.000 con una tasa de cupón del 3%. El inversionista XYZ compra el bono, da sus $10.000 a la empresa. Normalmente, cada 6 meses, la empresa le paga al inversionista un 3% de $10.000, es decir $300, por el privilegio de usar su dinero. Al cabo de 5 años y 10 pagos de $300, el inversionista recupera su préstamo original de $10.000.

18. Invierte en acciones.

Por lo general, las acciones se compran a través de intermediarios. La persona compra partes (acciones) de una empresa pública, lo que le otorga el poder para tomar decisiones (generalmente para elegir la junta directiva). También podrías recibir parte de las ganancias, que se pagan como "dividendos". Asimismo, existen los planes de reinversión de dividendos y los planes de compra de acciones, mediante los cuales los compradores evitan los intermediarios (y sus comisiones) al comprarles directamente a las empresas o los agentes. Más de 1.000 corporaciones importantes ofrecen este tipo de plan. Los aficionados al mercado de valores pueden incluso invertir $20 o $30 al mes y comprar acciones fraccionarias.

¿Las acciones son realmente consideradas inversiones "seguras"? ¡Depende! Si sigues los consejos dados anteriormente e inviertes en buenas acciones y los manejas bien durante un período de tiempo prolongado, entonces serán seguras y muy rentables. Si juegas con las acciones comprándolas en la mañana y vendiéndolas en la noche, se volverán inversiones muchísimo más riesgosas.

Prueba los fondos de inversión para grupos de acciones particularmente seguras. Los fondos de inversión son grupos de acciones agrupados por un gestor de fondos. Los gestores de fondos no están asegurados por ninguna agencia de gobierno, están estructurados en la diversificación y algunos cuentan con bajas cantidades de compras iniciales, además tendrás que pagar honorarios por gestiones anuales.

19. Invierte en cuentas de jubilación.

Las cuentas de jubilación quizá sean la forma más popular de inversión para cualquier persona. Hay una gran cantidad de cuentas de jubilación que son seguras y brindan buenas ganancias para los inversionistas.

En la mayoría de los países, la clásica cuenta de jubilación se establece mediante el empleador. El empleado determina la cantidad de dinero que quiere que se le deduzca de su salario (antes de que se le resten de impuestos) para que pase a la cuenta de jubilación. A veces el empleador incluso coincide con la cantidad que el empleado elija. Ese dinero se invierte en planes, al igual que en acciones, bonos o en una combinación de ambos.

Hay otros planes de jubilación en el que la persona puede aportar, por ejemplo, hasta $ 5.000 en salarios brutos anualmente. Las ventajas de esta cuenta varían de país a país, pero en algunos, la primera ventaja es que si no se retira el dinero de ella antes de llegar a los 60, no estará sujeta a impuestos. Otra ventaja es que puede producir interés compuesto, es decir, el interés que la persona gane se reinvertirá en su fondo, generando aún más interés y así sucesivamente. Una persona de 20 años que hace un aporte único de $5.000 a su cuenta tendrá $160.000 (suponiendo que genere un 8% de ganancia) para cuando se jubile a la edad de 65 años, sin siquiera levantar un dedo.

20. Considera invertir en bienes raíces. 

Existen muchos factores que hacen que invertir en bienes raíces sea más riesgoso que hacerlo en un fondo de inversión. Por un lado, el valor de las propiedades es cíclico y muchos de los que invierten en bienes raíces lo hacen cuando el mercado está a la alza, no a la baja. Si compras cuando el mercado está a la alza, podrías terminar con un activo que te cueste mucho dinero (en impuestos sobre la propiedad, honorarios de agentes, etc.). En segundo lugar, invertir en bienes raíces restringe tu dinero, lo que significa que no será fácil liquidar rápidamente tu inversión. Por lo general, tendrás que esperar meses (acaso años) para encontrar un comprador en caso ya no quieras tener la propiedad.

  • Aprende a invertir en la pre-construcción del sector inmobiliario.
  • Aprende a invertir en los incentivos económicos del sector inmobiliario.
  • Aprende a revender casas (muy riesgoso).

Post Author: Entorno Estudiantil

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