Constantino I

A Constantino I, bautizado luego como Constantino el Grande por los historiadores cristianos, se le atribuye el mérito de haber encendido la mecha que propiciaría la expansión libre del cristianismo por toda Europa.

 Cuando fue proclamado emperador, en el año 306, el cristianismo no era una religión oficial. Como era costumbre entre los romanos, Constantino creía que la única forma de evitar el sufrimiento era apaciguar a los dioses. Temía que el rechazo de los cristianos a adorar a sus ídolos pusiese a prueba la ira de las deidades romanas. Por ello, los creyentes cristianos tenían vetado su acceso al gobierno y al ejército romano.

Sin embargo, en el año 312 cambió de opinión al unificar la parte occidental del Imperio romano, de habla latina, tras la victoria en la batalla del puente Milvio. Al parecer, cuando se estaba preparando para ir a la batalla Constantino vio las iniciales griegas de Jesucristo en el cielo seguidas de la inscripción «Con este signo vencerás». Tras salir victorioso, Constantino empezó inmediatamente a reconocer el cristianismo.

Lo primero que hizo fue adoptar una combinación de las iniciales de Jesucristo en griego como su emblema personal. Y, lo que es aún más importante, se unió a Licinio, emperador del Imperio romano oriental, de habla griega, para decretar el edicto de Milán.

Este reconocía la libertad de culto de los cristianos, exigía la devolución de las propiedades que les habían sido incautadas y les daba Permiso para rezar en público, acelerando así su expansión. También estableció el domingo como día de culto. Con el edicto de Milán se abrieron las vías necesarias para que creciera la participación social y política de los cristianos.

Durante este período se construyeron la iglesia de la Natividad de Belén y la iglesia del Santo Sepulcro de Jerusalén. Se cree que, en su lecho de muerte, el propio emperador Constantino se convirtió al cristianismo.

OTROS DATOS DE INTERÉS

1. El edicto de Milán no fue oficialmente un edicto ni tampoco se acordó en Milán. El origen del nombre es desconocido.

2. El cristianismo no se convirtió en la religión oficial y la única legalmente admitida del Imperio romano hasta finales del siglo IV, bajo el gobierno del emperador Teodosio l.

 3. Constantino respaldó y apoyó económicamente la celebración del Concilio de Nicea, en el que en el año 325 se formuló el Credo de Nicea: «Creemos en un solo Dios nuestro Señor, el todopoderoso, creador del cielo y dé la tierra, de lo visto y lo no visto. Creemos en un único Señor, Jesucristo, el hijo de Dios».

Post Author: Entorno Estudiantil

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