David Hume

De origen escocés, David Hume (1711-1776) se apartó del calvinismo de su juventud y desarrolló ideas bastante controvertidas sobre la moralidad y la religión. Debido a la reputación de radical que se había labrado, no encontró acomodo en la universidad. En su lugar, trabajó entre otras cosas como oficinista, bibliotecario y posteriormente como diplomático. Pasó bastante tiempo en los salones de París, donde conoció a Jean Jacques Rousseau y a Denis Diderot. Hume murió en 1776 después de haber dejado todo dispuesto para que su trabajo más controvertido, Diálogos sobre la religión natural, se publicase tras su muerte.

La filosofía de Hume es conocida por su empirismo y escepticismo. Defendía que todos nuestros conocimientos y nuestras ideas parten de la experiencia; de hecho, creía que ésta permite explicar todos los conceptos filosóficos. Siempre mostró un enorme empeño por desacreditar no sólo artículos de fe religiosa, sino también ideas filosóficas muy extendidas. Uno de sus ataques más conocidos y de mayor repercusión fue el que realizó contra la idea de que podemos fiarnos del razonamiento inductivo (la inducción) para llegar hasta las creencias verdaderas.

En el campo de la filosofía moral, Hume defendió que solamente los deseos, no las creencias, motivan al ser humano a actuar, aunque señaló que los principios morales sí dirigen nuestro comportamiento. Así, concluyó que esos principios no apelan a nuestras creencias sino a nuestros deseos. Es decir, los juicios morales no expresan características objetivas del mundo, sino que son meros registros de nuestras preferencias. Defendió que todos tenemos un sentimiento moral natural que nos hace rechazar ciertos actos y aprobar otros. Cuando realizamos juicios morales, lo único que estamos haciendo es expresar nuestra aprobación o nuestro rechazo y no algo más elevado.

OTROS DATOS DE INTERÉS

1. En Diálogos sobre la religión natural, publicado póstumamente, Hume criticaba varios artículos de la fe religiosa tradicional, especialmente la idea de que Dios creó el mundo.

2. Para expresar su idea de que los deseos no se pueden medir de forma racional, escribió: «No va en contra de la razón el preferir la destrucción del mundo entero a tener un rasguño en un dedo».

Post Author: Entorno Estudiantil

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