ECONOMIZAR Y MAXIMIZAR

Los antropólogos económicos están preocupados por dos cuestiones principales:

1. ¿Cómo se organizan la producción, la distribución y el consumo en diferentes sociedades? Esta pregunta se enfoca en los sistemas de comportamiento humano y su organización.

2. ¿Qué motiva a la gente en diferentes culturas a producir, distribuir o intercambiar, y consumir? Aquí el foco no se ubica en los sistemas de comportamiento, sino en los motivos de los individuos que participan en dichos sistemas.

Los antropólogos consideran tanto a los sistemas económicos y las motivaciones desde una perspectiva transcultural. La motivación es una preocupación de los psicólogos, pero también ha sido, implícita o explícitamente, un asunto de interés para economistas y antropólogos.

Los economistas tienden a suponer que los productores y distribuidores toman decisiones racionalmente al usar el motivo de la ganancia, así como hacen los consumidores cuando salen de compras en busca de la mejor oferta. Aunque los antropólogos saben que el motivo de ganancia no es universal, la suposición de que los individuos tratan de maximizar las ganancias es básica para la economía mundial capitalista y para gran parte de la teoría económica occidental.

De hecho, el tema de estudio de los economistas con frecuencia se define como economizar, o la asignación racional de medios (o recursos) escasos a fines (o usos) alternativos. ¿Qué significa esto? La teoría económica clásica supone que los deseos personales son infinitos y que los medios son limitados.

Dado que los medios son limitados, la gente debe hacer elecciones acerca de cómo usar sus escasos recursos: su tiempo, trabajo, dinero y capital. (El apartado “Valorar la diversidad” de este capítulo cuestiona la idea de que la gente siempre hace elecciones económicas con base en la escasez.)

Los economistas suponen que, cuando se enfrenta con elecciones y decisiones, la gente tiende a tomar aquella que maximiza la ganancia. Se supone que ésta es la elección más racional (razonable). Los economistas clásicos del siglo XIX y algunos contemporáneos señalan que los individuos eligen maximizar la ganancia.

No obstante, ciertos economistas reconocen ahora que los individuos en las culturas occidentales, como en otras, pueden estar motivados por muchas otras metas. Dependiendo de la sociedad y la situación, la gente puede tratar de maximizar la ganancia, la riqueza, el prestigio, el placer, la comodidad o la armonía social. Es posible que los individuos pretendan cristalizar sus ambiciones personales o familiares, o las de algún grupo al que pertenezcan (vea Sahlins, 2004).

Fines alternativos

¿A qué usos aplican sus escasos recursos las personas en diversas sociedades? A lo largo del mundo, las personas dedican parte de su tiempo y energía a acumular un fondo de subsistencia (Wolf, 1966). En otras palabras, tienen que trabajar para comer, y restituir las calorías que usan en sus actividades diarias.

La gente también debe invertir en un fondo de reemplazo. Deben mantener su tecnología y otros artículos esenciales para la producción. Si se rompe un azadón o un arado, hay que repararlo o sustituirlo. También tienen que obtener y sustituir artículos que son esenciales no para la producción, sino para la vida diaria, como ropa y abrigo.

Las personas también deben invertir en un fondo social. Tienen que ayudar a sus amigos, parientes consanguíneos o políticos, y vecinos. Es útil distinguir entre un fondo social y un fondo ceremonial. El último término se refiere a gastos en ceremonias o rituales. Para preparar un festival que honre a los ancestros de alguien, por ejemplo, se requiere tiempo y el desembolso de bienes.

Los ciudadanos de los estados no industriales también deben asignar recursos escasos a un fondo de renta. Se piensa en la renta como en el pago por el uso de una propiedad. Sin embargo, el fondo de renta tiene un significado más amplio.

Se refiere a los recursos que la gente debe suministrar a un individuo o institución que es superior política o económicamente. Los granjeros arrendatarios y los aparceros, por ejemplo, o pagan renta o dan parte de su producción a sus terratenientes, como hicieron los campesinos bajo el feudalismo.

Los campesinos son agricultores a pequeña escala que viven en estados no industriales y tienen obligaciones de fondo de renta (vea Kearney, 1996). Producen para alimentarse entre ellos mismos, vender sus productos y pagar renta.

Todos los campesinos presentan dos rasgos en común:

1. Viven en sociedades organizadas como Estado.

2. Producen alimentos sin la elaborada tecnología (fertilizantes químicos, tractores, aviones para rociar cultivos, etc.) de los granjeros o agroindustrias modernos. Además de pagar renta a los terratenientes, los campesinos deben satisfacer las obligaciones del gobierno, pagar impuestos en la forma de dinero, productos o mano de obra.

El fondo de renta no es simplemente una obligación adicional para los campesinos. Con frecuencia se convierte en su labor principal e ineludible. En ocasiones, para satisfacer la obligación de pagar renta, sacrifican su propia alimentación. Las demandas de pagar renta pueden desviar recursos de los fondos de subsistencia, sustitución, social y ceremonial.

Las motivaciones varían de sociedad a sociedad, y la gente con frecuencia no tiene posibilidad para elegir el destino de sus recursos. Debido a las obligaciones de pagar renta, los campesinos podrían destinar sus escasos recursos hacia fines establecidos por los funcionarios del gobierno y no para satisfacer sus necesidades.

Por ende, incluso en sociedades donde hay un motivo de ganancia, la gente con frecuencia evita maximizar racionalmente sus intereses personales por factores más allá de su control.

Post Author: Entorno Estudiantil

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