El Guernica

El Guernica de Pablo Picasso constituye una sorprendente y poderosa representación de la guerra moderna que describe el caos que siguió al bombardeo alemán en la pequeña ciudad vasca durante la Guerra Civil española.

En enero de 1937 el gobierno republicano encargó a Picasso el pintor más famoso de España en la época una pintura para el pabellón español de la Exposición Internacional de París.

El 26 de abril los bombarderos alemanes destruyeron Guernica por orden de las autoridades fascistas. Fue el primer ataque aéreo sobre un objetivo exclusivamente civil de la historia de la humanidad. Picasso, horrorizado por el acontecimiento y situado del lado de los republicanos, hizo de este ataque el tema de un enorme mural (3,3 x 6,5 metros) con la esperanza de llamar la atención de la comunidad internacional sobre el horror de la guerra. Dora Maar, la amante de Picasso en aquella época, documentó el proceso de creación del cuadro a través de una serie de fotografías.

El Guernica se compone de un triángulo central flanqueado por dos rectángulos. En el vértice del triángulo aparece la cabeza descarnadamente iluminada de un caballo herido que transmite el sufrimiento de todas las víctimas inocentes. A la izquierda se ve un toro que, según Picasso, representa la brutalidad y la oscuridad. Debajo, una mujer llorando sostiene a su hijo muerto en una pose que recuerda a las imágenes cristianas de la Virgen sosteniendo a Cristo crucificado. A los pies de la pintura se ve un ciudadano caído con una espada rota con la que esperaba poder hacer frente a los atacantes. A la derecha aparecen otras tres figuras agonizantes. El estilo de la pintura recuerda ligeramente al cubismo sintético: aunque Picasso no recurrió al collage, algunas de las figuras dan la impresión de haber sido recortadas de un periódico y pegadas en el lienzo.

Después de exponerse en la Exposición de París, el Guernica viajó a Escandinavia y de ahí a Londres. Cuando los fascistas se hicieron con el poder en España, Picasso pidió que el cuadro se enviara al Museo de Arte Moderno de Nueva York, con la condición de que la pintura regresara a España sólo cuando el país hubiera sido liberado del fascismo. Tras la muerte del generalísimo Franco en 1975, el Guernica se trasladó a Madrid, donde puede contemplarse en el Museo Reina Sofía.

OTROS DATOS DE INTERÉS

1. Nelson Rockefeller encargó una copia en tapiz del Guernica para Estados Unidos.

2. Los nacionalistas vascos han pedido que el Guernica se traslade al Museo Guggenheim de Bilbao, que se encuentra a 48 kilómetros de Guernica.

Post Author: Entorno Estudiantil

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *