El papel de la religión y la espiritualidad en la salud y la enfermedad 

Existe una creciente evidencia de que las cogniciones y comportamientos religiosos pueden ofrecer recursos efectivos para lidiar con el estrés. La participación religiosa puede promover una mejor salud al mejorar los sentimientos de autoestima, o un sentido de autoestima moral intrínseca, sentimientos de eficacia o percepción de que uno puede dominar o tener control sobre sus asuntos personales, promover respuestas constructivas de afrontamiento o mejorar el apoyo social. En particular, la participación en comunidades religiosas puede promover el bienestar mental y físico mediante la regulación de los comportamientos relacionados con la salud de manera que disminuyan los riesgos de enfermedades. 

La espiritualidad, como compartir pensamientos e ideas religiosas y orar por los demás, es una fuente de apoyo social. Los estudios sobre los efectos en la salud de la religión / espiritualidad lo han relacionado con la reducción de la depresión y la ansiedad, el aumento de la longevidad y otros beneficios para la salud física y psicológica. La religión / espiritualidad puede dar a los pacientes deprimidos con enfermedades físicas un sentido de propósito y significado en la vida, así como apoyo social a pesar de los problemas de salud. Estos efectos pueden proteger a los pacientes de la depresión al permitirles hacer frente mejor a sus enfermedades. Sin embargo, ciertos aspectos de la religiosidad pueden socavar la autoestima y los sentimientos de dominio personal. Es probable que los estilos de afrontamiento religiosos, como dejar pasivamente la responsabilidad de resolver las crisis completamente a la intervención divina, produzcan consecuencias patológicas relacionadas con la salud.

Post Author: Entorno Estudiantil

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