El Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC)

Se caracteriza principalmente por la presencia de obsesiones y/o compulsiones recurrentes y severas que causan malestar significativo e interfieren en la vida cotidiana de la persona. En este sentido, ocupan una parte importante de su tiempo y afectan su funcionamiento laboral, sus relaciones y/o actividades sociales. Un paciente con TOC puede tener obsesiones o compulsiones, o ambas a la vez.

Entendemos por Obsesión un pensamiento, imagen o sensación recurrente e intrusiva, que es egodistónica y generalmente sin sentido. A pesar de la falta de control, el individuo puede reconocer que se originan en sus propios procesos mentales. Las obsesiones pueden ser simples palabras repetitivas, pensamientos, temores, recuerdos, imágenes o escenas dramáticas detalladas.

Las Compulsiones son conductas repetitivas que el paciente siente la necesidad de realizar como respuesta a una obsesión. Este comportamiento es consciente, sistematizado y recurrente. Las compulsiones llevan a elaborar una variedad de reglas precisas para la cronología, velocidad-ritmo, orden, duración y número de repeticiones de dichos actos.

En los pacientes adultos con TOC, generalmente, tanto las obsesiones como las compulsiones, son reconocidas como irracionales y no deseadas. En los pacientes pediátricos, puede no cumplirse esta condición, pues no siempre reconocen que sus obsesiones y compulsiones son excesivas e irracionales. A pesar de esta diferencia, podemos considerar que la presentación clínica del TOC pediátrico es en esencia idéntica a la de los adultos (Hanna, 1995; Rappaport, 1986).

Post Author: Entorno Estudiantil

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *