Estructuralismo

En antropología, el estructuralismo se asocia principalmente con Claude Lévi-Strauss, un prolífico y longevo antropólogo francés. El estructuralismo de Lévi-Strauss evolucionó a lo largo del tiempo, desde su interés temprano en las estructuras de los sistemas de parentesco y matrimonio, hasta su estudio posterior sobre la estructura de la mente humana.

En este último sentido, el estructuralismo levistraussiano (1967) no se dirige a explicar las relaciones, temas y conexiones entre aspectos de la cultura, sino en descubrirlos.

El estructuralismo descansa en la creencia de Lévi-Strauss de que la mente humana posee ciertas características universales, que se originan en características comunes del cerebro del Homo sapiens. Tales estructuras mentales comunes conducen a la gente de todas partes a pensar de manera similar, independientemente de su sociedad o sus antecedentes culturales.

Entre dichas características mentales universales se encuentran la necesidad de clasificar: de imponer orden sobre aspectos de la naturaleza, la relación de la gente con la naturaleza y las relaciones entre las personas. Según Lévi-Strauss, un aspecto universal de la clasificación es la oposición, o el contraste. Aunque muchos fenómenos son continuos en lugar de separados, la mente debido a su necesidad de imponer orden los trata como si fueran más diferentes de lo que son.

Una de las formas más comunes de clasificación es el uso de la oposición binaria. Bueno y malo, blanco y negro, viejo y joven, alto y bajo son oposiciones que, de acuerdo con Lévi-Strauss, reflejan la necesidad humana universal de convertir las diferencias de grado en diferencias de tipo.

 Lévi-Strauss aplicó sus suposiciones acerca de la clasificación y la oposición binaria a los mitos y cuentos populares. Demostró que tales narraciones están construidas de bloques más simples: estructuras elementales o “mitemas”.

 Al examinar los mitos de diferentes culturas, Lévi-Strauss muestra que un cuento puede convertirse en otro mediante una serie de operaciones simples, por ejemplo, al hacer lo siguiente:

1. Convertir el elemento positivo de un mito en su negativo.

2. Invertir el orden de los elementos.

3. Sustituir un héroe masculino con una heroína.

4. Preservar o repetir ciertos elementos clave.

A través de esas operaciones, se puede demostrar que dos mitos aparentemente distintos son variaciones de una estructura común, esto es, son transformaciones uno de otro. Un ejemplo es el análisis de Lévi-Strauss (1967) de “Cenicienta”, un cuento de amplia difusión cuyos elementos varían entre culturas vecinas.

Mediante inversiones, oposiciones y negaciones mientras el cuento se narra, se vuelve a contar, difunde e incorpora dentro de las tradiciones de sociedades sucesivas, “Cenicienta” se convierte en “Ceniciento”, junto con una serie de otras oposiciones (por ejemplo, padrastro en lugar de madrastra) relacionadas con el cambio en género de mujer a hombre.

Post Author: Entorno Estudiantil

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