Aunque en la edad infantil también inciden los factores de riesgo ya señalados anteriormente para los adultos, existen factores particulares de esta edad, como son los siguientes:
• Ambiente inestable con alternancia en la figura responsable de los cuidados
• Forma inadecuada de reaccionar del progenitor superviviente, ya que sirve de modelo
• Existencia de segundas nupcias y relación negativa con la nueva figura
• Pérdida de la madre para las niñas menores de 10 años y pérdida del padre para varones adolescentes • Falta de consistencia en la disciplina impuesta al niño o adolescente
• Suicidio u homicidio del progenitor fallecido
Los predictores de riesgo permitirán identificar a aquellos niños y adolescentes que necesitan apoyo y ofrecer alternativas de prevención e intervención.
Signos de alerta de duelo complicado
Los signos de alerta para hacer pensar en que se está en presencia de un duelo complicado pueden ser muy variados: llanto frecuente, rabietas o signos de agresividad, apatía, pérdida de interés por las actividades que antes resultaban agradables, alteraciones del sueño con pesadillas, miedo a quedarse solo, comportamiento infantil, cefaleas u otras dolencias físicas, imitación del fallecido, disminución del rendimiento escolar o no querer ir a la escuela, etc. Por lo que se refiere a este último punto, conviene tener informado al maestro de lo sucedido para que actúe con la mayor prudencia cuando el niño vuelva al colegio.
En la adolescencia, esa etapa frágil y confusa en nuestro periplo vital, los efectos de un duelo complicado pueden ser muy importantes y producir baja autoestima, problemas en el estudio, drogadicción, delincuencia o, incluso, suicidio. En los adolescentes hay dos formas fundamentales de reaccionar: 1. Con pena, agresividad y culpa, que puede traducirse en escuchar música estridente o andar todo el día con los amigos y 2. Haciéndose el fuerte y quitando importancia a la situación, ahogando los sentimientos. En cualquier caso, se quiebra la línea de su vida y se dan cuenta de que tienen que madurar más deprisa y hacerse más responsables.