La forma sonata

Desde el punto de vista de la teoría musical, el legado más importante del período clásico fue la consolidación de la forma sonata como la estructura de composición más relevante. Durante casi 200 años ha seguido siendo el modelo estándar de cientos de piezas cortas o movimientos sinfónicos, ampliando su influencia hasta llegar al siglo XX y a compositores como Béla Bartók (1881-1945).

La forma sonata es una construcción musical que se utiliza en movimientos individuales dentro de piezas más largas, o para composiciones independientes de menor duración. Tiene su origen en las formas binarias o de dos partes que se usaban en el Barroco.

Los compositores barrocos por lo general se limitaban a expresar una emoción por pieza o movimiento, y normalmente también desarrollaban un único tema principal o motivo por pieza. A los compositores clásicos, sin embargo, les gustaba ofrecer temas y emociones en contraste dentro de una pieza, y la forma sonata les ofrecía el marco perfecto para ello. Consta de tres secciones:

Exposición: a veces viene precedida de una somera introducción. Se trata de la primera sección de la forma sonata, ya sea pieza o movimiento. En ella se presenta el material temático fundamental, por lo general dividido en dos partes: el tema principal, que se encuentra en la tonalidad de tónica; y el tema secundario, generalmente en la de dominante o en otra relacionada. Estas dos partes normalmente están unidas a través de un puente que facilita la modulación.

Desarrollo: es inestable desde el punto de vista armónico y tiene un gran número de modulaciones. Esta es la sección que el compositor utiliza para presumir de su versatilidad y talento mediante la división de los temas, su reconstrucción y recolocación en entornos armónicos nuevos.

Reexposición: aquí se retoman los temas de la sección de exposición y se vuelven a establecer como conclusión en la nota inicial. Generalmente viene seguida de una coda breve o de una sección de cierre. En cierto modo, la forma sonata recuerda a la estructura de un ensayo de exposición, lo que constituye una de las razones por las que la gente la considera heredera del espíritu de la razón y la lógica que imperaba en aquel tiempo. Independientemente de cuál sea su origen, la forma sonata es una de las contribuciones más duraderas de los compositores de la época clásica.

OTROS DATOS DE INTERÉS

1. A pesar de que ha prevalecido, la expresión «forma sonata» no era la que utilizaban los compositores que lo crearon. Este término apareció por primera vez en los escritos de un teórico musical, Joseph Riepel, en algún momento en torno al año 1755.

2. Beethoven era conocido por cómo ampliaba la coda de sus sinfonías hasta convertirla en otra sección larga de exploración y desarrollo. Su verdadera genialidad se manifiesta en algunas de estas codas.

3. La forma sonata, que también se denomina forma binaria compuesta, se ha utilizado en un número incalculable de géneros, entre los que se incluyen las sinfonías, los conciertos, los cuartetos de cuerda y los trabajos para corales; y no simplemente en las piezas llamadas sonatas.

Post Author: Entorno Estudiantil

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