La identidad personal

Intente recordar cómo era de niño. A pesar de un número nada desdeñable de diferencias cualitativas (ahora usted es mayor, más grande y presumiblemente más sabio), sigue siendo el mismo individuo que entonces. Su yo infantil y su yo adulto son la misma persona. El problema que presenta la identidad personal es: ¿bajo qué condiciones un individuo es la misma persona en un momento determinado y sigue siéndolo en otro momento dado? En otras palabras, ¿qué tipo de cambios puede sufrir una persona sin dejar de ser la misma?

Una de las respuestas posibles es que una persona no es más que un organismo humano y, por tanto, siempre que siga siendo el mismo organismo humano seguirá siendo la misma persona. Pero imaginemos lo siguiente: un científico le propone extirparle el cerebro para colocarlo dentro de su cabeza. Al mismo tiempo, colocará su propio cerebro dentro de su cabeza. Luego, uno de los dos será torturado. Antes de iniciar la operación le dan a elegir: basándose únicamente en su propio interés, ¿a quién prefiere que torturen? ¿A la persona que tiene su cuerpo, pero el cerebro del científico (A) o bien a aquella que tiene el cuerpo del científico con su cerebro (B)?

Si usted cree que no es más que un organismo, tras esta operación considerará que sigue siendo el individuo A. Después de todo, el cerebro no es más que un órgano y un organismo no deja de existir por sufrir un.» trasplante de órganos. Sin embargo, si elige que torturen al individuo B, está asumiendo implícitamente que no es un organismo y que su identidad viene determinada de alguna otra forma.

La importancia de este experimento tiene doble filo. En primer lugar, muestra que la naturaleza de la identidad a lo largo del tiempo no está clara. En un principio nos inclinamos a asumir que no somos más que un organismo, pero al imaginarnos el experimento nos empezamos a cuestionar esta asunción. En segundo lugar, el tema de la identidad personal está estrechamente ligado al del propio ser. ¿Qué es lo que nos preocupa exactamente cuando decimos que no estamos actuando en nuestro propio interés? El experimento anterior sugiere que el propio interés está más relacionado con nuestra preocupación por nuestras experiencias y recuerdos que por nuestros cuerpos.

OTROS DATOS DE INTERÉS

1. Según John Locke, la persona A y la persona B son idénticas ya que están conectadas desde un punto de vista psicológico y, lo que es más importante, por la memoria.

2. Imagínese que le desintegra un teletransportador y luego envía información en forma de rayos de luz a una estación espacial situada en Marte donde construyen una persona idéntica a usted desde un punto de vista cualitativo. ¿Utilizaría este método como medio de transporte a larga distancia? ¿La persona que surge en Marte es la misma que la persona de la Tierra?

3. ¿Qué pasaría si el teletransportador creara dos duplicados en lugar de uno? ¿Sobreviviría usted en ese caso? ¿Cuál de ellos sería usted? ¿Es por lo tanto mejor que sean dos o sólo una persona las que están conectadas a usted de esta manera?

Post Author: Entorno Estudiantil

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