La inducción

Cuando razonamos sobre cómo fueron las cosas en el pasado para sacar conclusiones sobre cómo son siempre, lo estamos haciendo de forma inductiva. Por ejemplo, creemos que el Sol se pondrá mañana porque siempre lo ha hecho en el pasado. Del mismo modo, creemos que todos los libros tienen páginas porque todos los libros que hemos visto a lo largo de nuestra vida las tenían. La mayor parte de nuestras opiniones sobre el mundo están basadas en un razonamiento inductivo.

La inducción no es un razonamiento tan certero como la deducción. Hacemos un razonamiento por deducción cuando, por ejemplo, concluimos que como Sócrates es un hombre, y todos los hombres son mortales, Sócrates es mortal. En este caso los hechos demuestran que la conclusión es verdadera. Sin embargo, en el caso de la inducción los hechos pasados no determinan cómo serán los futuros. El Sol podría explotar o no ponerse por algún otro motivo.

Con el razonamiento inductivo podemos decir que las pruebas no implican la conclusión, pero hacen que sea posible o probable. Sin embargo, eso no resuelve el problema: ¿qué justificación tenemos Pata asumir que el futuro será, o es más probable que sea, como el pasado?

OTROS DATOS DE INTERÉS

1. David Hume (1711-1776) fue el primero que ilustró el problema de la inducción y llegó a la conclusión de que no hay ninguna razón para creer que el razonamiento inductivo puede conducirnos a la verdad.

2. En la década de 1950, el filósofo Nelson Goodman (1906-1998) presentó lo que denominó el nuevo acertijo de la inducción: ¿qué características de las cosas tienen base legítima para el razonamiento inductivo y cuáles no?

Post Author: Entorno Estudiantil

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