La Paz de Westfalia

En el invierno de 1648, exhaustas tras 30 años de guerra y devastación, las principales potencias europeas se reunieron en la provincia germana de Westfalia para preparar el camino de un tratado de paz. La guerra de los Treinta Años había empezado como una disputa religiosa entre católicos y protestantes en Alemania. En Westfalia, los poderes europeos decidieron que la religión ya no podía seguir siendo un motivo de enfrentamiento. Cada Estado, acordaron, debería tener derecho a elegir cuál sería su propia religión y a determinar su política exterior. Nunca más los príncipes europeos rivales deberían volver a intentar imponer su propia versión del cristianismo a sus vecinos.

Lo que es aún más importante es que ese tratado significaba el principio de soberanía nacional que ha servido de guía a la política internacional hasta la fecha. Antes de 1648, los dirigentes de las diversas regiones de Alemania tenían que rendir cuentas ante el sacro emperador romano. Pero nunca quedaba demasiado claro, especialmente en cuestiones de religión, quién tenía la última palabra, si los príncipes o el emperador. En el tratado se dejó claro que cada uno de los Estados alemanes, y no el emperador del otro lado del continente, eran los soberanos. Mermado de una parte considerable de su poder, el Sacro Imperio Romano Germánico acabó desapareciendo en 1806, más de mil años después de que se produjese la coronación de Carlomagno como primer emperador en el año 800 d. C.

El concepto de soberanía nacional acabó con los enfrentamientos religiosos y ayudó a la estabilización de Europa, pero no puso fin a las guerras. Los príncipes europeos simplemente terminaron por encontrar otras razones, aparte de Dios, para seguir enfrentándose. De hecho, algunos críticos esgrimían la idea de que al otorgar a los Estados un poder de decisión real sobre lo que pasaba dentro de sus fronteras, el tratado simplemente desembocó en una mayor rivalidad entre los países europeos y contribuyó a la desunión de Europa.

La noción de soberanía, argumentan, también dio a los líderes del mundo una excusa para mirar hacia otro lado cuando se producen terribles abusos contra los derechos humanos en otros países. Para bien o para mal, el concepto de soberanía nacional sigue siendo uno de los pilares del derecho internacional actual.

OTROS DATOS DE INTERÉS

1. Las negociaciones que dieron lugar al tratado en realidad se llevaron a cabo en dos ciudades diferentes, una para los protestantes y otra para bs católicos, debido a que ambos bandos se negaron a reunirse y hablar directamente.

2. Adolf Hitler se refería al régimen nazi como el Tercer Reich alemán. Según sus criterios, el primer Reich había sido el Sacro Imperio Romano y el segundo la breve monarquía dirigida por el kaiser de 1871 a 1918.

Post Author: Entorno Estudiantil

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