La posverdad

La posverdad​ o mentira emotiva es un neologismo que describe la distorsión deliberada de una realidad, con el fin de crear y modelar la opinión pública e influir en las actitudes sociales,​ en la que los hechos objetivos tienen menos influencia que las apelaciones a las emociones y a las creencias personales.​

En cultura política, se denomina política de la posverdad (o política posfactual) a aquella en la que el debate se enmarca en apelaciones a emociones desconectándose de los detalles de la política pública y por la reiterada afirmación de puntos de discusión en los cuales las réplicas fácticas, los hechos, son ignoradas. La posverdad difiere de la tradicional disputa y falsificación de la verdad, dándole una importancia "secundaria". Se resume como la idea en "el que algo aparente ser verdad es más importante que la propia verdad".

Origen e historia del término posverdad

El concepto creció en popularidad a partir de la elección del actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y de la campaña por el Brexit. Su origen, sin embargo, es de principios de la década de 1990.

En inglés, el término "posttruth" se empleó por primera vez en 1992. Lo hizo el dramaturgo serbio-estadounidense Steve Tesich, en un artículo publicado en la revista The Nation. En el artículo, Texich decía: "Lamento que nosotros, como pueblo libre, hayamos decidido libremente vivir en un mundo en donde reina la posverdad". Texich reflexionaba en ese texto sobre el escándalo Iran-Contra y la guerra del Golfo Pérsico. Y usó "posverdad" de la misma manera en que se lo usa hoy.

Características de la posverdad

Entre las diferentes características que presentan la posverdad, encontramos por lo menos cinco de ellas que facilitan el triunfo de la posverdad:

1-La primera es el ambiente de polarización entre posturas extremas del ámbito político y social, en este contexto encontramos los plebiscitos y las fallidas revocatorias del mandato, la feroz lucha entre el Sí y el No, que toma la forma de una confrontación entre la luz y la oscuridad, así el infierno contra el paraíso, es un terreno fértil para la posverdad.

2-La segunda es la publicidad, que descubrió como en un estudio de prensa con la frase adecuada, se puede construir el mensaje más certero para desinformar, descubriendo dónde, cómo y cuándo ponerlos a navegar en las redes hasta hacerlos tendencia, en un mundo donde, a partir de la última década, todo debe decirse en 140 caracteres y ahora en 280.

3-La tercera es el uso masivo de las redes sociales, que permite que injurias y calumnias alcancen a millones de usuarios de la red, pasando a punta de repetición a convertirse en incuestionables verdades a pesar de que carezcan de verificación.

4-La cuarta característica, es la creciente debilidad de los medios de comunicación tradicionales, que generalmente hacen parte de un grupo económico al cual le acomodan la información, dejando de lado la obligación de orientar y dejar información veraz y objetiva.

5-La quinta es la noticia mediática, pues en este siglo XXI la vida es una puesta en escena permanente, por las miles de cámaras en la ciudad, por la facilidad de que nos graben con los celulares y por los medios noticiosos, teniendo como aliados incondicionales a los realities y a los llamados youtubers porque estimulan el comportamiento engañoso de los participantes.

De esta manera, algunos creen que la posverdad se resuelve con una regulación de las redes sociales y el internet, así como la aplicación del Código Penal por el uso de injurias y calumnias en la red.

Mientras que otros consideran que las redes sociales han reemplazado al periodismo tradicional, por lo que si este no toma medidas para esclarecer la verdad, estará condenado a cederle la información oficial a las redes.

En conclusión, las mentiras tienen ahora un rimbombante nombre como es la posverdad, acompañada de las falsas noticias, términos acuñados desde que se refiere a la realidad virtual que se construye sobre el rumor, la injuria y la calumnia, supliendo los medios tradicionales que se basaban en las ciencias sociales.

Las consecuencias negativas de la posverdad para la sociedad.

La posverdad, las noticias falsas y los hechos alternativos hacen que no puedas fiarte ni de tu propia mente.

-Porque emplean una debilidad perversa de nuestro cerebro: la familiaridad, la cantidad de veces que escuchas algo, influye muchísimo en cómo almacena la información.

-El viejo dicho de "una mentira repetida mil veces se convierte en verdad" es un ejemplo doble: no sólo es más o menos como funciona nuestro disco duro cerebral, sino que se lo atribuimos a la persona equivocada.

-Con las fake news pasa algo parecido: incluso sabiendo que son mentira, debilitan nuestro concepto de verdad… Y solemos pensar a posteriori que vienen de fuentes más fiables que ese titular que te saltó en Facebook 15 veces el otro día.

-Así, se destruye la única herramienta que tenemos los seres humanos para superar nuestras limitaciones psicológicas respecto a la verdad: la confianza.

-Dicho de forma más fácil: las ideas que soltaban en ’Inception' se parecen mucho a lo que pasa en tu cabeza cuando las noticias y las autoridades te mienten.

Los efectos de las redes sociales en la posverdad

La llegada de la posverdad está íntimamente relacionada con el desarrollo de internet en los últimos años. Para Ibáñez Fanés, “igual que es impensable pensar en la propaganda política de los regímenes totalitarios en los años 30’, la posverdad está ligada a las redes sociales”.

Según Ródenas de Moya, “los medios digitales son el caldo de cultivo donde ha crecido esta nueva forma de mentira y manipulación”. En ese contexto la velocidad de la información resulta fundamental según el profesor al igual que  “la construcción de nichos de confort ideológico donde acuden o acudimos que facilitan una ingeniería ideológica o social, una intervención a través de noticias falsas”.

El Internet desplazo el monopolio del pensamiento distribuido y organizado alrededor de un sistema más o menos plural de medios profesionales de comunicación en manos de propietarios privados o del sector público.

Hoy, las redes sociales, las comunidades virtuales y los grandes buscadores, se han constituidos en medios alternativos de información ciudadana y de activistas sociales y cívicos. A pesar de que tienen la capacidad de no ocultar nada, carecen de los filtros que certifiquen su veracidad y en consecuencia pueden ser fuentes de promoción y divulgación de posverdades.

Este tipo de mentira y medias verdades se esparce por todos los niveles y enferma la sociedad, por consiguiente, es necesario que la ciudadanía enfrente esta ola de la posverdad con pensamiento crítico, discernimiento, sin dejarse llevar del fanatismo y trabajando por una democracia real y transparente.

Es necesario cambiar la forma de transmitir las noticias, y para que sea objetiva, ha de ser infográfica, visualizada, y pictograma; de seguro, este será un medio eficaz para cambiar el rumbo de la participación directa de los ciudadanos en la política, de manera que el vacío generado a lo largo de los períodos electorales no siga siendo aprovechado por determinados poderes para hacer de los programas electorales y de los partidos políticos papel mojado.

Post Author: Entorno Estudiantil

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