Los huesos: Configuración interna

El esqueleto óseo está formado por 206 huesos constantes (200 huesos y los 6 huesecillos del oído). También existen huesos que pueden ser inconstantes, los que se denominan supernumerarios o accesorios; ellos pueden ser suturales (generalmente en las suturas craneales) o sesamoideos (pequeños, se encuentran asociados a algunos tendones y articulaciones).

Con la edad, el número de los huesos puede variar, por ejemplo: el ilion, el isquion y el pubis se sueldan para formar el coxal. Los frontales en el niño son dos piezas óseas que luego se fusionan.

Esqueleto axial y apendicular

De acuerdo con su ubicación en las regiones del cuerpo, los huesos se pueden agrupar en dos divisiones: el esqueleto axial, ubicado en relación con el eje longitudinal del cuerpo y constituido por el cráneo, la columna vertebral, las costillas y el esternón, y el esqueleto apendicular, cuyos huesos pertenecen a los miembros superiores e inferiores. A su vez el esqueleto de cada miembro tiene dos porciones: una cintura (cingulum), que lo relaciona con el esqueleto axial, y una porción libre del miembro, que corresponde al resto de sus huesos. La escápula y la clavícula forman la cintura del miembro superior y el coxal forma la cintura del miembro inferior.

Configuración interna del hueso

En la estructura interna del hueso del adulto se reconocen dos porciones con aspecto diferente: el hueso compacto y el hueso esponjoso (o trabecular).

El hueso compacto forma una capa periférica y continua, que está cubierta en su superficie externa por el periostio.

El hueso esponjoso está constituido por una serie de laminillas o trabéculas que delimitan espacios comunicados entre sí, ocupados por la médula ósea.

Las trabéculas del hueso esponjoso se disponen y orientan a lo largo de las líneas de tensión que soporta cada porción del hueso. Esta orientación permite al hueso una mayor resistencia a las presiones o a las tracciones.

La diáfisis de los huesos largos, de forma aproximadamente cilíndrica, está constituida por hueso compacto que rodea la cavidad medular, y las epífisis, de forma aproximadamente esferoidea, están constituidas por hueso esponjoso y rodeadas por una delgada lámina de hueso compacto.

El hueso esponjoso de los huesos planos se dispone entre dos láminas de hueso compacto. En los huesos de la calvaria, al hueso esponjoso se lo denomina diploe y a las láminas de hueso compacto se las denomina lámina  interna y lámina externa.

Los huesos cortos están formados en su mayor parte por hueso esponjoso, rodeado por una lámina de hueso compacto, también identificado como hueso cortical.

En la cavidad medular de los huesos largos y en las cavidades del hueso esponjoso (entre las trabéculas) se encuentra  la médula ósea donde se produce la hematopoyesis (formación de las células de la sangre). La médula ósea es un tejido diferente del tejido óseo. En el hueso seco (hueso de osario) sólo se conserva su matriz mineral, por lo tanto carece de médula ósea y el espacio que ocupaba ésta se encuentra vacío.

El periostio es una membrana fibrosa, ricamente vascularizada e inervada, que rodea la superficie exterior del hueso. Participa en el crecimiento del hueso y en su irrigación.

Los cartílagos epifisarios se encuentran en los huesos largos antes de llegar a la edad adulta y permiten el crecimiento en longitud del hueso.

Post Author: Entorno Estudiantil

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