Los vientos

El aire que compone la atmósfera terrestre se encuentra en constante movimiento, sigue diferentes direcciones y tiene distintas velocidades. Recibe el nombre de viento y se produce principalmente por la rotación del planeta y la acción del calor del Sol.

Conforme el Sol calienta la Tierra, el aire que se encuentra en contacto con la superficie también se va calentando y asciende, desplazando al aire frío, el cual baja para ocupar el lugar que deja libre el aire caliente.

Como puedes observar en el mapa, entre los principales vientos que circulan en la atmósfera se encuentran los alisios, que soplan de los trópicos al ecuador; los vientos del oeste, que viajan de los trópicos hacia los polos, y los vientos polares, que recorren precisamente estas zonas.

También existen vientos regionales, como los monzones, que se desplazan, durante el verano y el invierno en el sureste de Asia, causando torrenciales lluvias, principalmente en el verano.

El viento también se desplaza en forma horizontal, transportando la humedad y las nubes a lo largo de cientos de kilómetros. Este proceso es constante y ocurre en todo el planeta, ya sea en forma de vientos suaves, como las brisas, o vientos tan fuertes como los ventarrones, los tornados o los huracanes. Por ello los vientos tienen un papel fundamental en muchos fenómenos atmosféricos.

Uno de ellos, la nubosidad, que es causado por la condensación del vapor de agua oceánica que el viento transporta hacia los continentes. Las ventiscas son otro fenómeno atmosférico que presenta fuertes vientos acompañados por tormentas de nieve.

Los ciclones, también llamados huracanes, tifones o baguíos, se forman durante el verano en regiones oceánicas cercanas al ecuador. Un ciclón está formado por una gran cantidad de nubes y vientos que giran en torno a un centro o zona de calma y puede alcanzar un diámetro de hasta 500 km.

Alrededor del centro u ojo del huracán los vientos soplan a 100 km por hora, aunque en ocasiones alcanzan velocidades superiores a los 200 km por hora y se acompañan de intensas lluvias, por lo que suelen destruir lo que encuentran a su paso.

Los tornados se producen cuando el viento forma grandes remolinos que se desplazan sobre superficies continentales a velocidades de aproximadamente 100 km por hora. Ocurren principalmente en las llanuras del este de Estados Unidos de América durante la primavera y a principios del verano, cuando el viento frío del noreste choca con el viento cálidohúmedo del suroeste.

Aun cuando duran poco tiempo, ya que se originan después del mediodía y terminan por la tarde, tienen gran capacidad destructiva y llegan a arrancar árboles y derribar construcciones.

Post Author: Entorno Estudiantil

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