Moby Dick

La obra de Hernán Melville (1819-1891), Moby Dick (1851), es el gigante indiscutible de la literatura norteamericana. La sombra de la novela todavía se cierne sobre la cultura occidental, y son pocas las personas que desconocen su historia, aunque probablemente sean menos los que realmente han leído la novela de principio a fin. Por irónico que parezca, aunque el logro de Moby Dick fue situar la literatura norteamericana en el mapa literario, la novela tuvo una pobre acogida y fue vista como un paso atrás por debajo de los trabajos anteriores del autor.

El narrador de la obra, Ismael, decide buscar alivio para su crisis de la mediana edad uniéndose a la tripulación de un barco ballenero. Viaja hasta el centro ballenero de New Bedford, Massachusetts, y consigue trabajo en la embarcación Pequod. Ismael descubre que al enigmático e idiosincrásico capitán del barco, Ahab, le falta una pierna que perdió en las fauces de una enorme ballena blanca llamada Moby Dick. Cuando el Pequod se ha adentrado en el mar, Ahab sale de su camarote y anuncia que el único objetivo de la expedición es hallar y destruir a Moby Dick, aunque se encuentre en los confines del océano.

La búsqueda obsesiva de Ahab lleva al Pequod a recorrer miles de millas, rodeando la punta sur de África en dirección al sureste asiático. Obviando muchos malos augurios, Ahab se centra obsesivamente y sin descanso en esta búsqueda de venganza, haciendo continuas declamaciones que pueden considerarse bíblicas:

¡Hacia ti bogo, ballena omnidestructora, pero invencible!

¡Al fin lucho contigo!

¡Desde el corazón del infierno te hiero!

¡Por odio te escupo mi último aliento!

Finalmente, el Pequod encuentra a Moby Dick en las aguas del Pacífico. En la terrible batalla que tiene lugar, la ballena destruye el barco, Ahab muere y toda la tripulación, a excepción de Ismael, es engullida en las profundidades marinas.

En Moby Dick se recogen pensamientos filosóficos e innumerables temas, desde la Biblia, pasando por el destino, hasta la soledad del océano. La propia ballena blanca es uno de los símbolos más enigmáticos de la literatura, y las teorías sobre qué es lo que realmente significa son de lo más variado. Ahab la veía como la encarnación de todo el mal del mundo y creía que el deber de su existencia era enfrentarse y destruir a ese demonio.

Ismael intenta comprenderla considerándola por partes; en los distintos capítulos se habla de la cabeza, del chorro de agua que lanza o de su cola. Pero a pesar de sus esfuerzos, considera que, por el aspecto gigantesco de la criatura, incomprensible, no puede ser capturada por la mente humana ni por la palabra escrita. De ahí que algunos críticos consideren a la ballena como una representación de Dios, un recordatorio del final inevitable que cae sobre cualquier hombre lo suficientemente orgulloso como para intentar controlar lo incontrolable y comprender lo incomprensible.

OTROS DATOS DE INTERÉS

1. Una enorme ballena albina llamada Mocha Dick vivió en las costas chilenas hasta que fue capturada en la década de 1830. Sin lugar a dudas Melville se basó en esta historia, pero no está claro por qué cambió el nombre.

Post Author: Entorno Estudiantil

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