Moisés

Moisés es considerado por lo general una de las figuras bíblicas más importantes de la historia judía.

Los hebreos, descendientes de Abraham, dejaron Israel durante un período de sequía y se instalaron en Egipto, donde uno de los hijos de Jacob, José, era apreciado por el faraón. Luego pasó el tiempo, la amistad de José con el faraón fue olvidada y los hebreos se convirtieron en esclavos de los egipcios.

Moisés, hijo de Amram y Jocabed, nació en Egipto durante el reinado de un faraón particularmente despiadado, Ramsés II, que decretó la muerte de los niños hebreos esclavos. En un principio, Jocabed logró esconder a Moisés, pero al final le resultó demasiado complicado seguir haciéndolo, de forma que cuando cumplió tres meses lo colocó en una cesta y dejó que la corriente lo llevara Nilo abajo, confiando en que alguien piadoso lo encontrara. La hija del faraón fue quien lo halló y lo crió como a su propio hijo.

Moisés se hizo mayor y terminó por conocer su verdadero pasado. Poco después vio a un egipcio golpear a un israelí y, en respuesta a la agresión, mató al primero. Por tan atroz crimen, fue condenado a abandonar Egipto; vivió en la península del Sinaí durante 40 años, hasta que un día vio una zarza que ardía sin consumirse. Cuando se acercó a examinarla más de cerca, Dios le ordenó que regresara a Egipto y condujera a los israelitas fuera de ese reino.

Moisés volvió a Egipto y trató de convencer al faraón de que liberara a los hebreos. Él se negó, lo que llevó a Dios a enviar diez plagas contra los egipcios. La décima (la muerte del primogénito de todas las familias egipcias) acabó con la resistencia del faraón, que liberó a los israelitas. Sin embargo, tras dejarlos marchar, se lanzó a perseguirlos. Para cuando llegaron al mar de las Cañas (el mar Rojo), las tropas del faraón los habían alcanzado y los tenían acorralados. Para salvarlos, Dios abrió las aguas del mar Rojo para que pasaran los israelitas, y las cerró a continuación, ahogando a los egipcios. Tras cruzar el mar, Moisés guió a los hebreos a través del desierto hasta el monte Sinaí. Ascendió a la montaña solo y allí recibió los Diez Mandamientos directamente de Dios.

Aunque la verdad histórica sobre la existencia de Moisés es sujeta a debate, se trata del icono más importante de la historia judía como líder y legislador.

 OTROS DATOS DE INTERÉS

1. Algunas teorías aseguran que Moisés no es un hebreo sino un sacerdote egipcio renegado y compasivo.

2. El estereotipo antisemita que pinta a los judíos con cuernos es más que probable que se base en la descripción de Moisés después de bajar del monte Sinaí. Estar tan cerca de Dios cambió, según se cuenta, su aspecto físico, pero se dice que «de su cara emanaban rayos de luz» y no, como algunos creen erróneamente, que «eran cuernos los que salían de su cabeza».

Post Author: Entorno Estudiantil

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