Nelson Mandela

He luchado contra la dominación blanca y he luchado contra la dominación negra. He venerado el ideal de una sociedad libre y democrática, en la cual todas las personas vivan juntas en armonía e igualdad de oportunidades. Es un ideal al que espero consagrar mi vida y que espero alcanzar. Pero si fuere preciso, es un ideal por el cual estoy dispuesto a morir.» NELSON MÁNDELA, durante su juicio por traición en 1964

En 1964 Nelson Mándela (1918-) fue acusado de traición contra su país, Sudáfrica. Tras librarse milagrosamente de la pena de muerte, este abogado de 46 años fue condenado a cadena perpetua, un castigo que habría de cumplir en una isla situada cerca de Ciudad del Cabo. El crimen que Mándela había cometido era organizar la resistencia contra las leyes racistas sudafricanas conocidas popularmente como apartheid. El apartheid, que significa «separación», negaba a los sudafricanos negros, tres cuartos de la población del país, gran número de derechos políticos, manteniéndolos en un estado de inferioridad legal frente a la minoría blanca.

El objetivo era que la prisión acabara desanimando a Mándela. Para ello le obligaban a realizar trabajos forzados en una cantera, sólo le permitían recibir una visita al año y jamás apagaban la luz de su minúscula celda. Como el partido político de Mándela, el Congreso Nacional Africano, había respaldado el uso de la violencia para resistirse al apartheid, el gobierno lo tachó de terrorista. Los blancos sudafricanos al frente del gobierno, descendientes de los colonos holandeses y británicos que emigraron a Sudáfrica en el siglo XVII, habían impuesto el apartheid para seguir conservando su poder.

Mándela, sin embargo, no cedió sino que siguió dirigiendo su partido desde su prisión. Su determinación era tan inquebrantable que se ganó incluso el respeto de los guardias. Entretanto, fuera de la cárcel, Mándela se estaba convirtiendo en un héroe para millones de negros en Sudáfrica y otros lugares, lo que logró que la atención mundial se fijara en las injusticias del apartheid. En 1990, cediendo a la presión internacional, el gobierno blanco de Sudáfrica terminó aboliendo el apartheid y puso en libertad a Mándela. En 1993 fue galardonado con el Premio Nobel de la Paz, y en las primeras elecciones multirraciales del país, que tuvieron lugar en 1994, fue elegido presidente.

Tras su elección, Mándela invitó a uno de sus antiguos carceleros a su fiesta de cumpleaños. El viejo vigilante declaró a una televisión: «Estoy muy orgulloso de que uno de mis prisioneros […] se haya tornado en mi líder». En 1998, convertido en uno de los hombres de Estado más respetados, Mándela se retiró de la presidencia.

OTROS DATOS DE INTERÉS

1. Bajo el sistema del apartheid, muy parecido a la segregación racial que dominaba los estados del sur de Estados Unidos antes de los años sesenta, la raza era un factor determinante en el día a día de todos los ciudadanos. El sexo y el matrimonio interracial estaban prohibidos, y todo, desde los hospitales hasta las playas, estaba segregado.

2. En protesta por el apartheid, el Comité Olímpico Internacional prohibió la participación de Sudáfrica en los fuegos de 1964. Los atletas sudafricanos no volvieron a competir hasta los de Barcelona en 1992.

Post Author: Entorno Estudiantil

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