Neuropsicología Cognitiva

La Neuropsicología Cognitiva surge como una alternativa frente a la visión clásica de la Neuropsicología, demasiado vinculada al modelo médico de la enfermedad, que excluía la importancia de los procesos alterados, centrándose únicamente en los aspectos semiológicos y sindrómicos del daño cerebral. Se define como la ciencia que trata de comprender los distintos tipos de procesamiento a que se somete la información en el cerebro, así como las distintas modalidades y grados de relación que cada uno de ellos tiene con las diferentes estructuras y funciones cerebrales subyacentes. La Neuropsicología Cognitiva trata de proporcionar una explicación de los procesos mentales a partir de las relaciones entre la conducta y los sistemas de procesamiento, y no en base a la relación entre anatomía cerebral y conducta tal y como hacía la Neuropsicología tradicional (Ellis & Young, 1988).

Está inspirada en la idea de que los procesos psicológicos pueden investigarse observando cómo se descomponen los distintos elementos de las capacidades mentales tras un daño cerebral. Para lograr sus objetivos, se basa en las observaciones cuidadosas del comportamiento que exhiben las personas con lesiones cerebrales, pero también se guía por el marco teórico que proporciona la Neurociencia cognitiva.

Para la Neuropsicología Cognitiva la actividad mental es un sistema representacional que funciona mediante un sistema computacional capaz de manipular y procesar la información, por lo que el estudio de los procesos es el elemento más importante. Se interesa más por la lógica de los procesos mentales que por el estudio de las correlaciones neuronales de dichos procesos. Los neuropsicólogos cognitivos centran su atención en el estudio de la naturaleza de las representaciones internas, mediante el análisis pormenorizado de los procesos que medían en la resolución de problemas, tratando de construir un software del funcionamiento psicológico humano (Benedet, 1997).

El objetivo de la Neuropsicología Cognitiva es el estudio del procesamiento de la in[1]formación en el sistema nervioso, mediante una serie de operaciones que son capaces de convertir los estímulos en respuestas. En primer término trata de comprender los tipos de procesamiento a que se somete la información en el cerebro y las modalidades y la relación de cada uno de estos procesamientos con las diferentes estructuras y funciones cerebrales. En segundo lugar se interesa por todos los cambios que acompañan a la lesión cerebral en la esfera conativa, atendiendo a los cambios en la personalidad y en la motivación, ya que la Neuropsicología Cognitiva no sólo se preocupa por las alteraciones cognitivas derivadas del daño cerebral, sino también por las distintas alteraciones psicopatológicas que son consecuencia sobreañadida del daño cerebral.

La Neuropsicología Cognitiva se inspira en el modelo de Modularidad de la Mente propuesto por Fodor (1983), posteriormente reforzado por las aportaciones de Moscovitch y Winocur durante la década de los noventa. Según la Teoría de la Modularidad, el cerebro es un Sistema de Procesamiento de la Información (SPI) constituido por una serie de subsistemas de naturaleza modular más o menos diferenciada, pero interdependientes entre sí. En todo proceso cognitivo existen tres etapas de procesamiento:

1ª) Procesamiento de entrada de la información que accede al encéfalo, o análisis perceptivo.

2ª) Procesamiento serial o paralelo que facilita el almacenamiento de la información para que pueda ser evocado con posterioridad o que permita realizar representaciones mediante imágenes de la información para el reconocimiento, lo que se llama análisis semántico o procesamiento para el significado. La denominación más frecuente de este tipo de procesamiento es la de Sistema de Procesamiento de la Información (SPI).

3ª) Procesamiento de salida, encargado de transformarse en algún tipo de conducta, pensamiento o acción.

Para que los estímulos ambientales puedan ser tratados por el SPI es necesario que previamente sean transformados en representaciones mentales procesables, que reciben la denominación de Representaciones de Entrada y tienen lugar en las áreas primarias del córtex cerebral. Posteriormente, la transformación tiene lugar en el SPI, haciendo que las representaciones puedan ser captadas de manera secuencial o en paralelo por procesadores más o menos especializados. Para que se realice el procesamiento de la información en el SPI son necesarios módulos o subsistemas que no están necesariamente relacionados con áreas neuroanatómicas específicas, ya que cuanto más compleja es una función mental, más tiende a estar representada en varias áreas del cerebro. Finalmente serán transformadas en otras representaciones, que pueden ser utilizadas por el propio SPI o bien archivadas en el almacén de memoria, si no se exige una respuesta. Por el contrario, si se exige respuesta, ésta se elaborará a partir de las representaciones correspondientes, siendo preparada para ser comunicada, es decir, para salir del SPI mediante la producción de una Representación de Salida que contiene el programa motor que ha de ser ejecutado por los sistemas efectores correspondientes (aparato fonador, extremidades…).

Los órganos receptores, las áreas sensoriales y las vías nerviosas que salen del SPI se denominan componentes periféricos, mientras que el SPI es el componente central, que media entre la representación de entrada y la de salida. La Neuropsicología Cognitiva se ocupa únicamente del estudio de los componentes centrales (SPI), la naturaleza de las representaciones que entran en ellos y el devenir de estas representaciones a lo largo de su recorrido por los componentes pertinentes hasta que, en su caso, se genera la representación de salida, que contiene el programa motor. También se interesa por las posibles alteraciones que pueden sufrir los procesadores como consecuencia del daño cerebral, así como de las consecuencias que estas alteraciones ejercen sobre las representaciones procesadas por ellos. Por tanto, la Neuropsicología Cognitiva únicamente se ocupa por el estudio de las alteraciones de conducta de naturaleza central, mientras que las alteraciones de conducta de naturaleza periférica son el objeto de estudio de otras disciplinas.

La Neuropsicología Cognitiva excluye de su objeto de estudio aquellas funciones psíquicas que no forman parte del SPI, como la regulación de la ingesta alimentaria o la sexualidad. Las alteraciones cognitivas que presenta una persona con daño cerebral se explican por la Neuropsicología Cognitiva en términos de alteración en el procesamiento de la información, considerando que un lesionado cerebral puede tener el problema en la entrada, durante el procesamiento o en la salida.

Post Author: Entorno Estudiantil

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *