El origen  y la evolución del lenguaje

El origen y la evolución del lenguaje sigue siendo un tema no resuelto en la actualidad por paleoantropólogos y lingüistas, que se ven obligados a basar sus estudios en evidencias indirectas debido a que el lenguaje es virtualmente invisible en el registro arqueológico. Las primeras hipótesis ya se iniciaron en los tiempos de Darwin.

El lenguaje es uno de los rasgos de conducta más distintivos de nuestra especie, ya que ningún otro animal se comunica de la manera que lo hacemos nosotros. Por este motivo, sólo la comunicación humana puede ser llamada ‘lenguaje’, siendo los sistemas de comunicación animales ‘medios de transmisión de información no lingüísticos’. Así pues, debemos descartar que el lenguaje sea solamente una forma superior de alguna función animal: el lenguaje es un fenómeno cualitativamente nuevo y, como tal, no tiene verdadero análogo dentro del mundo animal.

El ser humano tiene una tendencia instintiva a hablar, y en la actualidad, sabemos con certeza que el lenguaje evolucionó dentro del linaje humano, pero seguimos cuestionándonos cuándo se originó y cómo tuvo lugar esa evolución. Algunos autores defienden que emergió tempranamente en la historia de los homínidos y, siguiendo un proceso de evolución lento y gradual, llegó a la forma moderna en tiempo reciente. Para otros, en cambio, el lenguaje tuvo una aparición muy tardía y sufrió una evolución muy rápida. Las bases en que se apoyan estos argumentos son muy variadas: unos tienen una base anatómica, otros lo relacionan con prácticas culturales, algunos establecen nexos comparativos con los gritos o sonidos emitidos por diversos animales, en algunos casos se relaciona con la gesticulación, hay quienes lo comparan con el lenguaje de los sordomudos, etc

A nuestro entender, la evolución del lenguaje siguió distintos grados sucesivos, es decir, el camino que nos conduce a él es la suma de una serie muy diversa de aptitudes comunicativas cuya filogénesis se extiende, al menos, a dos millones de años atrás. Esa capacidad comunicativa toma un rumbo distinto a partir de la aparición de un sistema de producción eficaz de sonidos (aparato bucofaringolaríngeo) y de un medio de identificación fonético/semántico que relaciona las combinaciones de sonidos con significados (gracias a la compleja red de conexiones neuronales que en gran parte se ignoran). Tal capacidad es exclusivamente humana y pudo generarse mediante mutaciones genéticas muy precisas.

Los cambios que ha sufrido el cerebro a lo largo de la evolución humana los hemos podido constatar a partir del aumento progresivo de su volumen y mediante la determinación de ciertas áreas o regiones a partir de la elaboración de moldes endocraneales, pero, en cambio, no tenemos una base anatómica comprobada de la evolución de nuestro aparato bucofaringolaríngeo. Esta circunstancia nos obliga a aceptar soluciones hipotéticas, cuyas bases son discutibles.

Es evidente que para poder hablar se necesitan unos órganos adecuados, que hoy en día sólo poseemos los humanos, pero además se precisa tener algo que decir, sea por la necesidad de transmitir lo que pensamos a otras personas y que éstas nos comprendan, así como entender sus respuestas, con lo cual queda establecido un dialogo, con plena conciencia de su contenido: indudablemente, se habla con el cerebro. Con todo lo expuesto, vemos que el problema a resolver es multidisciplinario: anatómico, etológico, neurológico, fisiológico, paleontológico, lingüístico e incluso religioso. En este trabajo nos limitaremos a exponer los factores objetivos que consideramos básicos para comprender las diversas hipótesis sobre cómo y cuándo surgió el lenguaje.

Homínidos

En el tiempo transcurrido desde la aceptación de las teorías evolutivas, los árboles genealógicos que conducen al hombre han sufrido múltiples variaciones, ya que los restos fósiles son escasos y están generalmente muy deteriorados: hemos de aceptar que tan sólo conocemos algunos eslabones.

Como vemos, la evolución de los homínidos abarca unos 6- 7 millones de años, englobando un período geológico denominado Pliopleistoceno (desde hace 5 millones de años hasta hace 10.000 años), y fue el resultado de la relación de éstos con el medio ambiente. Los homínidos interaccionaron con el medio a través de una serie de comportamientos relacionados con la alimentación, la locomoción, la sexualidad y la territorialidad, que afectan tanto a nivel biológico como social. Estos comportamientos determinaron una serie de estrategias adaptativas que fueron sometidas a fuertes presiones selectivas que actuaron sobre los homínidos como consecuencia de las numerosas crisis ecológicas que se dieron en su entorno, el África oriental del pliopleistoceno. Estas diferentes estrategias adaptativas favorecieron la diversificación biológica de los homínidos provocando profundas transformaciones corporales (órganos de los sentidos, dentición, cerebro) y sociales. A continuación nos referiremos a algunos detalles anatómicos que indudablemente influyeron en la aparición del lenguaje.

Teorías sobre el origen del lenguaje

La aparición del lenguaje se debe a causas naturales. Pero, ¿cuál fue el sustrato que permitió su origen? Hay diferentes teorías que intentan explicar cómo apareció el lenguaje, que básicamente se engloban en tres: –

Teoría gestual. Este modelo fue descrito originariamente por Hewes, quien propuso que la necesidad de emplear las manos en dos cosas a la vez –usar herramientas y comunicarse mediante gestos durante la caza– habría servido de presión selectiva para la transferencia del lenguaje gestual al vocal/oral. Actualmente, diversos autores defienden que el primer tipo de lenguaje que usaron nuestros ancestros era un lenguaje de signos, ya que anteriormente a tener unos órganos  que les permitieran el lenguaje oral su forma de comunicación tuvo que ser gestual. Así que esta teoría no excluye a ninguna de las otras dos.

Teoría cognitiva o cerebral. La aparición del lenguaje se reduce a los cambios explicados anteriormente sobre la evolución del cerebro y la laringe. Así pues, la presencia de determinadas áreas cerebrales (áreas de Broca y de Wernicke), la lateralización cerebral y la modificación de la laringe son los elementos necesarios para que surja el lenguaje, independientemente de cualquier otro factor social o biológico.

Teoría social. Muchos factores contribuyen a dar un origen social al lenguaje, entre los que destacan: el papel del trabajo como causa que determinó el progreso de la comunicación oral; el hecho de compartir la comida que obligaría a actitudes cooperantes y precisaría de un lenguaje para regularlo; la necesidad de transmisión de conocimientos de padres a hijos, etc.

CONCLUSIONES

Podemos establecer unas directrices sobre el origen del lenguaje: – Previo al surgimiento del lenguaje fue necesario el desarrollo de capacidades psíquicas superiores, constatado mediante el aumento de la capacidad craneal a lo largo de la evolución humana. – La elaboración de artefactos fue un elemento fundamental en la evolución de un sistema de representación lingüístico, ya que no habría pensamientos sin lenguaje. – Fue necesaria la existencia de una estructura grupal, con estrechas relaciones entre los individuos y su medio ambiente. Tanto los moldes endocraneales como la estructura de la laringe indican una adquisición gradual de las capacidades lingüísticas a través de la historia de los homínidos, empezando probablemente con el origen del género Homo. El primer representante del género, H. habilis, surgió hace aproximadamente 2,5 millones de años en África y se le atribuye una capacidad craneal de unos 700 cm3 . El estudio de sus restos fósiles ha revelado la presencia en su cerebro de las dos principales áreas implicadas actualmente en el habla en los humanos modernos, las áreas de Broca y Wernicke. H. habilis ha sido el primer homínido en mostrar ambas áreas bien desarrolladas, y también ha sido el primer homínido en mostrar una cultura material compleja. Hay una indudable relación entre cultura y lenguaje, quizás la fabricación de herramientas de una manera sistemática fue la chispa responsable del desarrollo de capacidades cognitivas complejas, entre ellas el lenguaje, y de esta práctica surgió la necesidad de transmitir esta cultura a la descendencia. En este punto, el lenguaje permitió dar un salto cualitativo en el sistema de transmisión de conocimientos generación tras generación.

No obstante, el lenguaje similar al de los humanos modernos tuvo una aparición mucho más tardía, resultado de una evolución progresiva de los homínidos y su ambiente. Se cree que no fue hasta la aparición de los arcaicos H. sapiens, hace aproximadamente 300.000 años, en que el lenguaje da el último salto hacia el enlace fonético/semántico de doble articulación.

Post Author: Entorno Estudiantil

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *