SOLUCIÓN DE CONFLICTOS EN LAS RELACIONES ÍNTIMAS

Incluso las parejas más unidas y cariñosas tienen desacuerdos. Después de todo, las personas son diferentes. Tienen diferentes deseos, enfoques, prioridades y puntos de vista. Por esas razones, es inevitable el conflicto en toda relación íntima. Pero el conflicto no necesariamente implica formas destructivas de pelear. El conflicto puede resolverse de maneras constructivas que no separen a la pareja. El enfrentamiento constructivo, en realidad, une más a la pareja en busca de soluciones mutuamente satisfactorias.

Los psicólogos que han estudiado las relaciones íntimas a menudo sugieren una serie de pasos para llegar a una solución constructiva de los conflictos:

1. Elija cuidadosamente el momento y lugar de la discusión. La gente que empieza a ventilar sus problemas en un momento inapropiado no debería sorprenderse cuando el resultado es insatisfactorio. Trate de no empezar una discusión importante mientras su pareja está a punto de completar una tarea importante o cuando está a punto de dormir después de un día largo y agotador. Aborde el tema cuando haya mucho tiempo para discutirlo a fondo.

2. Sea buen escucha. No se ponga a la defensiva en cuanto su pareja expresa una preocupación o una queja. Escuche con cuidado sin interrupciones. Trate de entender lo que le dice su pareja desde su punto de vista. Si la escucha tranquilamente, sin enojo, ayudará a que la discusión tenga un buen comienzo. No deje que su cuerpo brinde señales no verbales que contradigan su actitud de escuchar. Por ejemplo, no continúe haciendo tareas domésticas o viendo televisión mientras su pareja está hablando. No encoja los hombros ni mueva los ojos como si no tuviera en cuenta la opinión de su pareja.

3. Dé retroalimentación concerniente a su comprensión de los motivos de queja de la otra persona. Exprese con sus propias palabras lo que dijo su pareja. Haga preguntas sobre todo aquello de lo que no está seguro. Por ejemplo, si una esposa dice que está harta del tiempo que su esposo pasa viendo deportes en la televisión, él responde diciendo: “Ya sé que no te gusta que vea muchos deportes, pero ¿esperas que deje de verlos por completo?” Dicha retroalimentación ayuda a aclarar las cosas y a evitar malos entendidos.

4. Sea honesto. Dígale a su pareja lo que siente. Diga lo que en realidad piensa. Si está enojado, no haga que su pareja adivine sus sentimientos quedándose en silencio o mostrando su enojo de maneras indirectas. Por supuesto, ser honesto no significa carecer de tacto o ser hiriente. No use palabras ofensivas, sarcasmos, burlas ni insultos. Esas tácticas son contraproducentes.

5. Use afirmaciones con “yo” en vez de “tú”. Por ejemplo, si está enojado con su pareja por su tardanza, diga “He estado realmente preocupada y molesta durante la última hora”, en lugar de “¡Llegaste una hora tarde” ¿Por qué no puedes ser puntual?” Las afirmaciones con “tú” suenan como acusaciones y ponen a la gente a la defensiva. Las afirmaciones con “yo” parecen intentos por comunicar los sentimientos sin hacer juicios.

6. Concéntrese en la conducta, no en la persona. Por ejemplo, concéntrese en la impuntualidad de su pareja como el problema, no lo acuse de ser desconsiderado y egocéntrico. La gente responde de manera defensiva a los ataques generales a su carácter. Dichos ataques amenazan su autoestima.

7. No exagere ni haga generalizaciones acerca de la frecuencia del problema. No diga a su pareja que siempre llega tarde o que es exactamente como su madre. Esas exageraciones son molestas y tienden a desviar las discusiones de las quejas legítimas.

8. Concéntrese en un número limitado de problemas específicos. No abrume a su pareja con una descarga de reproches. Ocúpese de las preocupaciones actuales de alta prioridad. No se deje distraer por problemas triviales que desperdician energía emocional. No arrastre una larga lista de quejas del pasado.

9. No busque chivos expiatorios por cada queja en su contra. Todos tendemos a explicar nuestros defectos atribuyéndolos a las circunstancias o a otras personas. Resista la tentación de ofrecer excusas diseñadas para salir de apuros. Asuma la responsabilidad de sus acciones y anime a su pareja a hacer lo mismo.

10. Sugiera cambios específicos y relevantes para resolver un problema. Ambos participantes en el conflicto deberían proponer al menos una solución posible. Una solución propuesta debería ser razonable y tomar en consideración el punto de vista de ambos.

11. Manténgase abierto al compromiso. La solución exitosa de las disputas a menudo implica negociación. Ambas personas deben estar dispuestas a ceder un poco. No arrincone a su pareja dándole un ultimátum “¡Haz lo que quiero o verás!” Los compañeros necesitan estar dispuestos a cambiar en cierta medida en respuesta a los sentimientos del otro. Esta disposición es la esencia de estar en una relación íntima. Ser amado por su pareja no necesariamente significa ser aceptado tal como es.

12. No piense en términos de ganar o perder. Una aproximación competitiva a la solución del conflicto es desafortunada en las relaciones íntimas. Si una de las partes es siempre quien gana y la otra es siempre quien pierde, su relación sufrirá de manera inevitable. Busque soluciones que sean satisfactorias para ambas partes. Piense que son aliados para atacar un problema mutuo. De esta forma, su relación se volverá más sólida.

Post Author: Entorno Estudiantil

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