Surgimiento y desarrollo de la Psicología comunitaria

La delimitación del objeto de estudio de una disciplina es una tarea compleja, y en el caso particular de la Psicología comunitaria esta labor resulta especialmente difícil. Por este motivo, es frecuente que su definición se acompañe de alguna alusión a sus orígenes y, sobre todo, que ésta sea sustituida por su descripción. De esta forma, resulta habitual la enumeración de sus principales características: su acercamiento ecológico al análisis de la realidad, los procesos sociales y los individuos; el hecho de ser una disciplina más centrada en desarrollar recursos o potencialidades que en subsanar déficits; su orientación eminentemente aplicada; y su clara vocación preventiva.

También se alude a sus ámbitos de aplicación para intentar ofrecer una imagen más precisa de "qué es la Psicología comunitaria".

Ahora bien, ¿por qué resulta tan difícil su definición? Sin duda, intentar dar respuesta a esta pregunta obliga a considerar varias causas. Probablemente, las más significativas sean su juventud, la amplitud de campos de aplicación que incluye y la carencia de modelos teóricos propios. A estas razones podríamos añadir una cuarta: el hecho de que esta disciplina se encuentra fuertemente enraizada en la realidad sociopolítica del país en el que se desarrolla, lo que explica, en parte, su diversidad de enfoques y supuestos.

La psicología comunitaria surge a partir de las demandas y déficits específicos de una realidad social, política y cultural concreta que impregna todos sus espacios teóricos, metodológicos, de intervención y, obviamente, ideológicos.

Esto implica que lo que los psicólogos comunitarios entienden por Psicología comunitaria, sus referentes teóricos y, especialmente, el tipo de intervenciones que llevan a cabo no sean coincidentes e, incluso, que discrepen radicalmente en contextos como el anglosajón o el latinoamericano. Es más, dentro de este último podemos también constatar la existencia de diferencias entre Brasil y Argentina, por poner sólo un ejemplo.

La capacidad que tiene la Psicología comunitaria de adaptarse a cada realidad concreta, o quizás la capacidad de la realidad de cada país para desarrollar un determinado tipo de Psicología comunitaria, es probablemente una de las mayores riquezas de esta disciplina. Por tanto, aunque es importante que ésta busque modelos teóricos propios y capaces de dar coherencia y unidad a la gran diversidad de intervenciones y aplicaciones prácticas que incluye, también debe considerar las particularidades de cada realidad social, e incorporarlas a su desarrollo teórico y metodológico.

La Psicología comunitaria es una disciplina que podría concebirse metafóricamente como "cuasi camaleónica", en el sentido de que se adapta y se transforma en función de la realidad sociopolítica. Por otra parte, esta necesaria adaptación a la realidad más cercana tampoco debe hacer caer a la disciplina en la autarquía.

Nada resulta tan enriquecedor como conocer y relacionar los desarrollos teóricos, las aplicaciones prácticas y las realidades sociales de diferentes ámbitos culturales. Precisamente, en el gran espacio de la globalización es importante conjugar hábilmente los elementos generales y la continua transferencia de información entre ámbitos culturales muy diversos con la capacidad de concretar y operar la realidad más próxima. Con la finalidad de articular estos componentes, describiremos a continuación el desarrollo de la Psicología comunitaria en los contextos anglosajón, latinoamericano y español.

Post Author: Entorno Estudiantil

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