En 1741, el virrey de Irlanda le encargó a Georg Friedrich Haendel que compusiese una pieza para un concierto benéfico que tendría lugar en Dublín. Durante 24 días a partir del 22 de agosto, Haendel trabajó a un ritmo vertiginoso en lo que acabaría convirtiéndose en su pieza más famosa, el oratorio de El Mesías. […]