TEORÍA DEL PROCESAMIENTO DE LA INFORMACIÓN

De forma paralela al desarrollo y consolidación de la psicología comportamental y de la terapia de conducta, en Estados Unidos se desarrolló en la década de los años cincuenta y sesenta la psicología cognitiva. El enfoque básico fue la teoría del procesamiento de la información, en la cual se considera que la mente es similar a una computadora que procesa de forma activa información procedente del entorno mediante una serie de estructuras para producir unos determinados resultados. La mente está formada entonces por estructuras cognitivas que guían determinados procesos de manejo de la información.

Este modelo busca dar cuenta de cómo el ser humano adquiere, almacena y utiliza la información, teniendo en cuenta la información de entrada o imput (estímulos, instrucciones, etc.) y la información de salida u output (conductas, actos motores, etc.). Entre la entrada y la salida de la información, hay una serie de procesos cognitivos encargados de manejar la información de entrada en el interior de la mente (estos procesos pueden ser, por ejemplo, modificar los datos, comprender su sentido, compararlos con algo, emplearlos para resolver un problema, evaluar algo, etc.). Tales procesos se llevan a cabo con base en estructuras mentales (mecanismos instruccionales), que son las que guían el manejo de la información, denominadas a veces subrutinas.

Los seres humanos van construyendo regularidades (Mahoney, 1974) a partir de las vivencias, las cuales se convierten en reglas o planes que orientan el procesamiento.

Por consiguiente, la psicología cognitiva basada en el procesamiento de la información, construye un programa de investigación diferente al conductual por cuanto se centra en cómo se procesa la información y no tanto en el establecimiento de relaciones entre estímulos y respuestas. Dentro de este enfoque cognitivo, el ser humano se considera como un procesador de información que no responde a los eventos externos sino a la forma como los percibe. En los primeros años, los aspectos psicológicos más estudiados fueron la atención, la percepción, la memoria, el lenguaje, la motivación, la toma de decisiones y la solución de problemas. Luego, se comenzó a estudiar la implicación del procesamiento de información en el marco de la terapia cognitiva, determinando patrones de regularidades o esquemas asociados a comportamientos desadaptativos.

Post Author: Entorno Estudiantil

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