¿Alguna vez te has sentido excluido? La mayoría de nosotros lo hemos hecho. Es una de las peores experiencias en la adolescencia, la infancia y más allá, pero puede sentirse muy desagradable cuando aparece una vez más en la edad adulta.
Podemos sentir que no estamos recibiendo suficiente atención o que no estamos haciendo lo suficiente. Todos los demás parecen estar muy por delante de nosotros en su trabajo, sus relaciones personales e incluso sus pasatiempos.
¿De dónde viene este sentimiento? Se puede asociar con una sensación de ser rechazado o aislado, por ejemplo, cuando vemos a un amigo en una fiesta y no fuimos invitados.
También puede provenir de la sensación de que otros están haciendo más y logrando más, pero no nosotros. A menudo, estas emociones provienen de las publicaciones que vemos en las redes sociales o los logros que otros comparten, como un salario alto, un viaje exótico o cualquier otra cosa.
La sensación de quedar fuera no es una experiencia constructiva. Puede dejarnos desmotivados, ansiosos y asustados. Pero, ¿qué podemos hacer para contrarrestarlo?
Una de las razones por las que nos sentimos así es que nos cuesta apreciar lo que tenemos. De repente nos quedamos demasiado atrapados en las nuevas cosas emocionantes que tienen nuestros amigos y nos olvidamos de las cosas increíbles presentes en nuestras vidas.
Un fuerte antídoto para el miedo a ser excluido o perderse es la gratitud. Tómese el tiempo para apreciar lo que tiene y cómo puede disfrutarlo. Siéntate y haz una lista de todas las cosas, personas y oportunidades increíbles que tienes.
Una buena manera de ver esto es ver si comenzarías a apreciarlo más si otra persona estuviera persiguiendo lo mismo o sintiera este miedo a ser excluido cuando no tienes que preocuparte.
Asegúrate de considerar las grandes cosas que tienes porque hay situaciones increíbles en tu vida. Haz el esfuerzo de mirarlos con ojos frescos y reconocer todo el potencial y la alegría que pueden traer.
El miedo a ser excluido a veces puede apuntar hacia una necesidad o deseo al que tal vez desee prestar atención. Si siempre estás sintiendo celos de las personas que viajan mucho, tal vez necesites viajes en tu vida o, al menos, un poco más de novedad.
Si sientes que tus amigos no te están invitando a las cosas, tal vez necesites cultivar nuevas relaciones. Esta experiencia no es agradable. Pero puede abrir un camino hacia el crecimiento personal y una mayor apreciación de nuestras vidas.
