¿Por qué no puedes admitir que estás equivocado?

Hay pocas cosas tan difíciles como aceptar que estás equivocado. Se siente desagradable, pero también puede ser muy importante. Si no podemos admitir un error, tampoco podemos arreglarlo o mejorarlo. Admitirlo no siempre es divertido, pero es esencial.

Uno de los primeros pasos para hacerlo mejor, aprender y crecer es comprender por qué a veces luchamos tanto para asumir la responsabilidad.

1. Creemos que admitir errores nos hace sentir débiles

Una razón común es que nos sentimos débiles o que estamos mostrando debilidad cuando decimos que estamos equivocados. Esto proviene de la suposición errónea de que las personas fuertes o dignas no están equivocadas, nunca. A menudo, esta es una idea que proviene de nuestras familias u otras personas.

El antídoto contra esto es aceptar que los errores son parte de la vida. Mostrar vulnerabilidad es un signo de fortaleza y una parte normal de aprender y hacerlo mejor.

En lugar de ver nuestros errores como un problema, podemos verlos como un escaparate de nuestros esfuerzos y nuestra capacidad de admitirlos como una marca de fuerza interior.

2. Nos cuesta ver la perspectiva de otras personas

Otra razón es que podemos tener dificultades para reconocer otras perspectivas y aceptar que otra persona podría tener razón. Esto no siempre está vinculado a las malas intenciones. Todos podríamos encontrarnos en esta posición cuando la otra perspectiva es muy inusual o rara o cuando desafía nuestras nociones preconcebidas.

Es importante mantener una mente abierta y permitirse considerar nuevas posibilidades. No tienes que aceptarlos de inmediato, pero solo preguntarte si podría ser cierto y cómo podría ser cierto puede hacer mucho para ayudarte a mantener tus opiniones flexibles.

La flexibilidad es una gran ventaja en muchas situaciones, y le permitirá evitar muchas situaciones incómodas. Antes de descartar algo de plano, siempre puede considerar si puede o podría ser verdadero y preciso. Incluso si no lo es, aceptar y explorar nuevas perspectivas siempre puede traerte nuevas ideas y ayudarte a lograr mejores soluciones. Asegúrate de darle siempre una oportunidad a la otra perspectiva antes de renunciar a ella.

3. Eres inconsciente, inconsciente del error

Un problema es que no siempre nos damos cuenta de nuestros errores o sabemos que algo ha sucedido. Por supuesto, es difícil hacer un cambio si no sabemos que una situación lo requiere. Pero todavía hay cosas que podemos hacer aquí.

Primero, asegúrese de estar abierto a los comentarios de otras personas. Hágale saber a sus colegas o amigos que está buscando comentarios sobre sus decisiones y resultados. Pida críticas y luego responda amablemente a ellas.

No tienes que estar de acuerdo con todo, solo mantente abierto a algunas ideas que otros puedan sugerir. Además, manténgase atento a otras señales de que algo no salió tan bien como esperaba, como las reacciones de las personas, el resultado real o cualquier efecto secundario que quizás no haya conocido antes.

4. No sabes cómo aceptar un error

A menudo, venimos de familias y escuelas donde los errores eran castigados. Esto puede enseñarnos a ocultarlos y, con mucha frecuencia, a encontrarnos perplejos cuando tenemos que hablar de ello. Es posible que tengamos miedo de la reacción de la otra persona o que no estemos seguros de cómo abordar el problema.

En este caso, a menudo es tentador tratar de ignorarlo y esperar a que desaparezca, pero es probable que esto conduzca a más problemas de los que vale. En cambio, es útil ser abierto y honesto cuando se discuten tales cosas. Concéntrese en lo que ha reconocido y cómo pretende solucionarlo en el futuro. Por lo general, eso es todo lo que necesitas.

5. Te preocupa que se use en tu contra

En algunos lugares, no se siente seguro hablar de errores. Los entornos donde los errores son duramente castigados o tomados personalmente pueden ser difíciles de manejar. Pero esto no es un problema con la idea de discutir los problemas abiertamente, sino más bien un problema con el medio ambiente.

Trabaja para cambiar la cultura si puedes y, si no es posible, considera lo que puedes hacer para enfrentar tus errores y acércate a ellos de manera constructiva. Concéntrese siempre en ofrecer soluciones y formas en las que pretende arreglar o mejorar lo que ha sucedido.

Post Author: Entorno Estudiantil

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *