ANTROPOLOGÍA APLICADA

La antropología no es una ciencia de lo exótico realizada por pintorescos académicos en torres de marfil. En vez de ello, la antropología tiene mucho que decir al público.

La organización profesional más destacada de la antropología, la American Anthropological Association (AAA), formalmente admitió su papel de servicio público al reconocer que la antropología posee dos dimensiones: 1) la antropología académica y 2) la antropología aplicada o práctica. La última se refiere a la aplicación de los datos, las perspectivas, la teoría y los métodos antropológicos para identificar, valorar y resolver problemas sociales contemporáneos.

Como afirma Erve Chambers , la antropología aplicada es el “campo de consulta que se preocupa por las relaciones entre el conocimiento antropológico y el uso de dicho conocimiento en el mundo más allá de la antropología”. Cada vez más antropólogos de los cuatro subcampos trabajan ahora en áreas “aplicadas” como la salud pública, la planificación familiar, los negocios, el desarrollo económico y la gestión de los recursos culturales.  

Dada la amplitud de la antropología, la antropología aplicada tiene muchas posibilidades de desarrollo. Por ejemplo, los antropólogos médicos aplicados consideran tanto los contextos socioculturales como biológicos, y las implicaciones del padecimiento y la enfermedad. Las percepciones de buena y mala salud, junto con las amenazas y problemas reales a la salud, difieren entre las sociedades.

Varios grupos étnicos reconocen diferentes enfermedades, síntomas y causas, y desarrollan diferentes sistemas de atención a la salud y estrategias de tratamiento. La arqueología aplicada, por lo general llamada arqueología pública, incluye actividades como gestión de recursos culturales, arqueología del contrato, programas educativos públicos y conservación histórica.

Un importante papel para la arqueología pública lo creó la legislación que requiere la evaluación de los sitios amenazados por diques, autopistas y otras actividades de construcción. Para decidir qué necesita salvarse, y conservar la información significativa acerca del pasado cuando los sitios no pueden conservarse, se creó la gestión de patrimonio cultural (GPC).

La GPC involucra no sólo la conservación de sitios, sino también permite su destrucción por no resultar significativos. El término “gestión” se refiere al proceso de evaluación y toma de decisiones. Los gestores de patrimonio cultural trabajan para agencias federales, estatales y municipales, y otros clientes. Los antropólogos culturales aplicados en ocasiones trabajan con los arqueólogos públicos y valoran los problemas humanos generados por el cambio propuesto, y determinan cómo pueden reducirse.

Post Author: Entorno Estudiantil

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