Los colonos británicos llegaron a las playas de América del Norte en dos grupos. El primero, a principios de la década de 1600, estaba compuesto por empresarios ingleses que construyeron una colonia en Jamestown para iniciar su búsqueda de las riquezas del Nuevo Mundo. Tras varios contratiempos, esa colonia de Virginia creció hasta convertirse en una próspera empresa comercial. De manera prácticamente simultánea, otro grupo de piadosos colonos británicos llegaron a Massachusetts. Este grupo buscaba la libertad religiosa que les había sido negada en Inglaterra.
Son muchos los historiadores que han identificado los dos grupos de colonos británicos como la fuente de permanente tensión en el ámbito de la identidad americana. Movidos por el fervor religioso, los colonos de Nueva Inglaterra anhelaban la creación de una comunidad sobre el rocoso suelo de Massachusetts que se convirtiera en un ejemplo para todo el mundo. John Winthrop, líder de los puritanos que se asentaron en Boston, describió la naturaleza de su misión en un sermón ya famoso: «Debemos ser como la ciudad sobre la colina. Los ojos de todo el mundo nos observan». La colonia de la bahía de Massachusetts impuso un código legal muy estricto basado en la Biblia, donde el adulterio y la falta de fe eran castigados con dureza.
Los colonos de Virginia, por el contrario, estaban más preocupados por lograr beneficios. Mientras que los adustos clérigos de Boston intentaban imponer la virtud pública, la primera acción de la legislatura de Virginia en 1619 fue la regulación del precio del tabaco. Las otras 13 colonias eran un reflejo de las diferentes motivaciones de los británicos. Pensilvania se convirtió en el refugio de cuáqueros perseguidos. Nueva York nació como una colonia comercial holandesa de corta duración que acabarían conquistando los británicos en 1664. En un principio, los distintos grupos de colonos británicos no sentían mucha afinidad entre sí, pero un resentimiento profundo hacia la estricta legislación británica los unió.
OTROS DATOS DE INTERÉS
1. La colonia de Maryland fue fundada en 1634 como refugio para los católicos británicos, cuya religión ya no era bien vista en Inglaterra tras la reforma del siglo XVI.
2. Otros poderes europeos establecieron asentamientos de corta vida en América del Norte. Los colonos suecos fundaron Delaware en 1638, pero su colonia sólo duró unos años. El estado de Vermont fue el primer asentamiento francés, y durante una breve temporada en el siglo XVIII fue un país independiente; en 1791 se convirtió en el decimocuarto estado de la Unión.
3. La persecución religiosa que muchos de los que se convertirían en colonos americanos habían sufrido en Europa no evitó que maltrataran a los disidentes religiosos del Nuevo Mundo. Los puritanos de Massachusetts, que habían salido huyendo de Inglaterra, ahorcaron a varios cuáqueros en Boston al desafiar las leyes que los obligaban a abandonar la confederación.
