Enfoque comunicacional de la terapia familiar

Origen

Comienza a desarrollarse desde los años de 1950, asociado al interés por el estudio de la comunicación que se presentaba entre los pacientes esquizofrénicos y sus familias (Jackson y Bateson).

En este modelo se parte de una serie de ideas básicas acerca del funcionamiento familiar.

Este modelo fue quizás el precursor de los demás enfoques de terapia familiar. Comienza a desarrollarse desde los años de 1950, asociado al interés por el estudio de la comunicación que se presentaba entre los pacientes esquizofrénicos y sus familias desarrollado por autores como Jackson y Bateson.

Exponentes

El enfoque sistémico-comunicacional de la familia es fundamentado por los autores Gregory Bateson y  Donald  tomando como base la teoría general de sistemas, los principios de la cibernética, los avances de la escuela norteamericana de cultura y personalidad, y la obra de Mead. Por otro lado, hay que destacar los importantes aportes de Paul Waztlawick que fueron muy significativos para la construcción de este modelo terapeutico.

Conceptos fundamentales

En este modelo se parte de una serie de ideas básicas acerca del funcionamiento familiar, dentro de las cuales pueden mencionarse por su importancia las siguientes:

1. El comportamiento de una persona dentro de la familia sólo puede ser entendido dentro de un contexto comunicativo relacional.

2. La familia es un sistema homeostático, es decir, siempre tiende a buscar el mantener el equilibrio (cibernética de primer orden).

3. Dentro de la familia se desarrollan una serie de patrones comunicativos que determinan las interacciones que se establecen dentro de la misma.

4. La sustitución de la noción de causalidad lineal (un evento causa a otro) por la de causalidad circular (los distintos eventos se influyen mutuamente entre sí para mantener cierto patrón de comunicación).

5. Sostienen la idea de que la comunicación tiene dos aspectos íntimamente relacionados: el semántico que específica el significado de la comunicación (¿Qué quiere decir que su esposo sea agresivo?); y un aspecto político que atiende a las consecuencias organizacionales de la comunicación (¿Qué hace usted cuando su esposo se torna agresivo?).

En este apartado vamos a referirnos específicamente a la teoría desarrollada por Virginia Satir (1991) que es quizás la que mayor aceptación ha tenido en nuestro contexto.

Su teoría se basa en los principios fundamentales humanistas de que el hombre es bueno por naturaleza; la tendencia innata del ser humano hacia el crecimiento; el punto de vista holístico que enfatiza la interacción del cuerpo, la mente y los sentimientos; la importancia de la autoestima y auto valía y el sentido de congruencia.

Todos estos elementos son pilares de su enfoque terapéutico de familia. De hecho la esencia de la terapia familiar de Satir (1991) es el fortalecimiento de la autoestima en cada miembro de la familia , lo que influirá en el proceso de relación interpersonal, estableciendo que existe una correlación entre la autoestima y la comunicación.

Otro concepto que fundamenta su terapia es el de la conciencia de la experiencia individual y familiar en el aquí y el ahora, así como su relación con el crecimiento personal.

También incluye en su modelo terapéutico el enfoque sistémico y la relación diádica del factor individual con el social, la importancia de las reglas y las normas en la familia , además de las respuestas al estrés. Sin embargo, el concepto central que desarrolla en su enfoque terapéutico es el de la comunicación interpersonal y los procesos de comunicación en la familia que incluyen, entre otros aspectos, quién se comunica con quién, cómo, cuándo y el estilo que adopta la comunicación.

De acuerdo con el modelo de Satir existen cinco estilos de comunicación en la familia (Walsh y McGraw, 1996):

1. El culpar o criticar al otro. Cada integrante de la familia deposita en los otros la responsabilidad y los posibles defectos que causan las dificultades familiares. Como es de suponerse, esto conduce a discusiones interminables y una ruptura de la comunicación.

2. Racionalizar o intelectualizar. Los sujetos tratan de encontrar una explicación lógica para justificar su manera de pensar y de actuar, lo que impide el análisis de los factores emotivos involucrados en la comunicación de los sujetos.

3. Distraer o desviar la atención a otro tema. Aquí uno o varios integrantes de la familia evita constantemente enfocar los problemas que se originan en la comunicación con el resto de los integrantes de la familia.

4. Abdicar o complacer al otro. Aunque en apariencia este estilo parece muy benéfico, en realidad también constituye un obstáculo para la comunicación, ya que impide la discusión directa de los conflictos entre los integrantes de la familia.

5. Congruencia o asertividad. Es el estilo de comunicación más efectivo ya que permite al individuo comunicar sus deseos o aspiraciones y a la vez ubicarse en el lugar del otro.

Génesis y mantenimiento del problema

Los problemas en la familia se presentan cuando no se permite el sentido de individualidad y valía personal entre sus miembros, cuando los padres no son buenos modelos de comunicación, cuando la comunicación es incongruente con mensajes ambiguos o poco claros y cuando la comunicación es incompleta o se hacen supuestos, sin confirmar las dudas.

En los patrones disfuncionales de comunicación se encuentran también los mensajes dobles o incompatibles, incongruentes o ambiguos, los juicios de valor y la crítica a los otros.

Filosofía

La terapia basada en la teoría de Virginia Satir pretende ayudar a transformar a la familia disfuncional a través de los procesos de comunicación entre sus miembros, a partir del estudio de cómo la familia como unidad afronta los problemas, el dolor, la pérdida, el sufrimiento y la manera como mantiene la homeostasis familiar y su estabilidad (Goldenberg y Goldenberg, 1980).

Para Satir, la familia debe ser el lugar para que las personas puedan hablar libremente acerca de sus necesidades, en un ambiente de intimidad, calidez y amor. La meta terapéutica es ayudar a la familia a reconocer las diferencias individuales entre sus miembros en la manera de comunicarse entre ellos, aceptar los desacuerdos y percepciones individuales ante una misma situación, y aprender a comunicarle a los otros lo que se percibe de cierta situación, de cómo se ve el problema, lo que se siente y piensa acerca del mismo y la manera de manifestar abiertamente los desacuerdos.

El propósito de esta terapia es sobre todo incrementar la autoestima en cada miembro de la familia y enfatizar que cada persona es única; que debería expresar sus pensamientos y sentimientos o ideas de manera abierta y sin cuestionamientos a los demás miembros familiares.

Estrategias y técnicas

Al inicio de la terapia, Satir (Goldenberg y Goldenberg, 1996), enseña a la familia un nuevo lenguaje para comunicarse y entender los problemas de comunicación que existen entre ellos, que concibe como la causa principal de su disfuncionalidad.

En el transcurso de la terapia, el terapeuta intenta clarificar qué ideas y expectativas tiene cada miembro de la familia acerca del terapeuta y de la terapia, así como del porqué están en dicho proceso.

El terapeuta debe modelar y enseñar a la familia a cambiar sus patrones de comunicación, a cómo ponerse en contacto con sus propios sentimientos, cómo escuchar a los otros, cómo solicitar la clarificación de los mensajes recibidos, etc.

La primera sesión con la familia es de un estilo directivo en donde el terapeuta actúa más como un profesor que enseña las formas efectivas de comunicación; conforme la terapia avanza, se le va dando un papel más protagónico a la familia.

En ocasiones, el terapeuta inicia también el trabajo con la familia a partir del estudio del ciclo familiar y la elaboración de un mapa familiar de tres generaciones, una escultura de la familia que presenta a la familia a través de una dramatización, a fin de que cada uno de sus miembros comprendan en qué fase de este ciclo se encuentra su propia familia.

También se pide a cada uno de ellos que defina el tipo de familia que le gustaría tener o cómo le gustaría que fuera su familia y qué recursos tienen para lograrlo. El papel del terapeuta se convierte entonces en el de facilitador, en un modelo de comunicación a seguir. Además prepara a la familia para crecer juntos aprendiendo una nueva forma de interactuar entre ellos, de manera más sana y funcional.

En el proceso del trabajo del terapeuta con la familia, se crea un ambiente de confianza y esperanza de que las cosas en la familia mejorarán. Se desarrolla también la conciencia del funcionamiento familiar y el compromiso de sus integrantes de llevar este nuevo sistema de comunicación fuera del ámbito terapéutico.

Post Author: Entorno Estudiantil

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