Las adicciones

«Todas las formas de adicción son malas, con independencia de si el elemento adictivo es el alcohol, la morfina o el idealismo.»  Carl Jung,1960 .

Muchas personas contemplan las adicciones sobre todo en términos de sustancias o drogas. Hay una larga lista de sustancias respecto a las cuales las personas pueden presentar adicción, entre las cuales están el alcohol, los estimulantes (como la cocaína), los opiáceos, los alucinógenos, la marihuana, el tabaco y los barbitúricos. La adicción implica el consumo o la exposición a algo y, después de ello, el ansia de repetir la experiencia una y otra vez.

Con el paso del tiempo la adicción queda establecida. El consumo se vuelve habitual y cada vez mayor, y los adictos saben que su hábito es caro, insano y tal vez ilegal, aunque aparentemente son incapaces de abandonarlo. Es un proceso complejo en el que están implicados factores biológicos, psicológicos y sociales.

Los investigadores de las adicciones están interesados en las razones por las que algunas sustancias o actividades concretas tienen la propiedad de inducir una adicción. Otros están fascina dos por las razones que hacen que algunas personas sean más susceptibles que otras. Por último, algunos científicos están preocupados por los factores y las características ambientales y sociales que hacen que las adicciones sean más o menos probables, mientras que otros estudian los intentos de abandono del hábito y las recaídas en la adicción.

« Brindamos a la salud de los demás al tiempo que arruinamos la nuestra.» Jerome K. Jerome,1920

Dependencia en comparación con abuso

En lo que se refiere a los medicamentos, la bibliografía psiquiátrica diferencia los conceptos de dependencia de la sustancias y de abuso de las sustancias. Ambos términos tienen un significado de carácter técnico.

La dependencia muestra características muy específicas como la tolerancia (el paciente debe consumir una cantidad cada vez mayor de la sustancia para conseguir un efecto cada vez más limitado); sintomatología de abstinencia (que aparece cuando se deja de tomar la sustancia); obsesión por quedarse sin la sustancia; deterioro de todas las actividades sociales, laborales y de ocio, y uso continuado de la sustancia a pesar del conocimiento por parte del paciente de todo el daño que le causa a él y a los demás.

El concepto de abuso implica el uso de la sustancia por parte del paciente a pesar de que es consciente de la necesidad de cumplir diversas obligaciones escolares, domésticas y laborales; el uso de la sustancia en situaciones peligrosas (mientras se conduce, en el trabajo); el consumo de la sustancia a pesar de que ello es ilegal, y el uso de la sustancia a pesar de los efectos adversos persistentemente negativos de la misma.

La personalidad adictiva

La idea original fue que algunas personas muestran un perfil, defecto o vulnerabilidad que les hace presentar una tendencia mayor a padecer adicciones específicas o de cualquier tipo. Sin embargo, este concepto no ha sido aceptado. Algunos psiquiatras contemplan la adicción como una consecuencia de la enfermedad mental, tal como la depresión o el trastorno de la personalidad antisocial.

La idea es que las personas que llevan a cabo comportamientos de riesgo y también las que padecen trastornos mentales son vulnerables a la dependencia con respecto a una droga que utilizan como una especie de muleta. Estas personas tiene más posibilidades de experimentar y hacer caso omiso, o quitar importancia, a cualquier consecuencia potencialmente adversa.

Los terapeutas señalan que los adictos y las personas con dependencia de sustancias utilizan las drogas como mecanismo de compensación o de superación. Las drogas se usan para embotar los sentimientos, aliviar los estados emocionales dolorosos o disminuir los conflictos internos. Pueden aliviar la sensación de soledad o solucionar la falta de relaciones gratificantes con los demás. Las personas que consumen sustancias o drogas sienten que sólo pueden decir y hacer cosas cuando están bajo los efectos de éstas y, por tanto, con el tiempo muestran dependencia de una sustancia concreta para poder mantener una actividad social efectiva.

Vulnerabilidad genética

Las adicciones muestran una tendencia fa[1]miliar. Así, los hijos de los alcohólicos presentan una probabilidad de sufrir alcoholismo cuatro veces superior a la de los hijos de personas no alcohólicas. En estudios realizados sobre gemelos se ha demostrado claramente que el abuso de sustancias está relacionado con determinantes genéticos. Es probable que existan factores genéticos complejos que hagan que cada persona presente una respuesta biológica concreta e individual frente a las sustancias, posiblemente en relación con los sistemas de neurotransmisores.  Por tanto, es posible que las personas que padecen adicciones estén llevando a cabo una forma de automedicación con sustancias que «corrigen» un desequilibrio bioquímico existente en su cerebro y que puede tener un carácter hereditario.

«El alcoholismo es simplemente una locura voluntaria.»  Séneca, 60a.C.

Teoría de la reacción contraria

 Los sistemas reaccionan y se adaptan a los distintos estímulos mediante un proceso de reacción contraria a sus efectos iniciales. El deseo y después el ansia por algo que no existía antes de experimentar una droga aumentan con la exposición a la misma.

Hay varios fenómenos que aparecen asociados a todo tipo de adicción y dependencia. El primero es el denominado placer afectivo, un estado de hedonismo físico y emocional que aparece tras el uso de la sustancia. Puede acompañarse de relajación o liberación del estrés, o bien de una sensación súbita de energía.

Después está el fenómeno denominado tolerancia afectiva, que implica que la persona necesita una cantidad cada vez mayor de la sustancia para conseguir el mismo efecto que conseguía antes. El tercer fenómeno es el del retraimiento afectivo, que aparece cuando la persona no consume la sustancia. De esta manera, la propia sustancia inicia un proceso que desencadena finalmente la reacción opuesta y que adquiere una envergadura cada vez mayor a medida que se repite la exposición. Es lo que se denomina contraste afectivo.

Cuanto más se consume la droga, más negativa es la reacción dominante. De esta forma, la persona necesita finalmente la sustancia para alcanzar un esta[1]do neutro acompañado de muy poco placer. Teoría del refuerzo positivo Las sustancias pueden hacer que una persona se sienta bien e incluso eufórica.

En la década de 1960 se realizaron estudios sobre monos en los que se demostró que aquellos a los que se les permitía la «autoadministración» de morfina presentaban finalmente todos los signos de la adicción. Los investigadores se han interesado de manera creciente por los mecanismos cerebrales de recompensa estimulados por la sustancia, sobre todo en lo que se refiere a las regiones cerebrales y a los neurotransmisores que pueden estar implicados en los fenómenos de «recompensa natural», tal como el alimento y el sexo, en comparación con los estimulantes artificiales como las drogas y la estimulación cerebral eléctrica. Sabemos que las drogas incrementan las concentraciones sinápticas de dopamina en la región cerebral denominada núcleo accumbens. Así, hay una gran cantidad de sustancias que realmente inducen estados de euforia y que hacen que la persona desee repetir su consumo. 

Teorías fundamentadas en el aprendizaje

El con sumo de drogas y los estados placenteros asociados al mismo se han relacionado con situaciones muy específicas, así como con imágenes y sonidos muy concretos. De esta manera, las personas asocian las sustancias con datos o recuerdos muy específicos. Si colocamos a una persona en un contexto concreto es posible que experimente el ansia por el consumo de una sustancia, como les ocurre a los alcohólicos en los bares.

Los datos que le indican a una persona que puede conseguir de manera inminente la sustancia inducen un deseo intenso de su consumo que «tiene que ser cumplido como sea». En muchos sentidos estamos ante las antiguas teorías del conductismo y el condicionamiento.

" La idea en síntesis: la mente causa y cura la adicción "

Post Author: Entorno Estudiantil

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